Declaración Final Cumbre de los Pueblos: «Rechazamos la injusta, injerencista e inmoral Orden Ejecutiva del Gobierno de los Estados Unidos»

Representantes de organizaciones obreras, sindicales, campesinas, estudiantiles y sociales, se reunieron en el encuentro de los Pueblos de Nuestra América que tuvo lugar en la Universidad de Panamá durante los días 9, 10 y 11 de abril. Durante esta Cumbre de los Pueblos, los más de 3.500 delegados asistentes debatieron sobre diversos temas en las mesas de trabajo, llegando a las conclusiones que reúnen en la Declaración Final de la Cumbre de los Pueblos.

Declaración Final Cumbre de los Pueblos: «Rechazamos la injusta, injerencista e inmoral Orden Ejecutiva del Gobierno de los Estados Unidos»

Autor: Marta Ubeda

Declaración Final de la Cumbre de los Pueblos:

Nosotros, los Pueblos de Nuestra Amé­rica, expresamos nuestro firme respaldo a la Proclamación de América Latina y el Caribe como Zona de Paz y libre de colonialismo, tal como fue acordado por unanimidad por to­dos los Gobiernos de Nuestra América en enero del 2014 por la Segunda Cumbre de la Co­mu­nidad de Estados Latinoamericanos y Cari­be­ños (Celac).

En tal sentido, rechazamos el acoso militar, agresiones y amenazas de toda índole que despliega Estados Unidos y sus aliados estratégicos contra nuestra región a través de bases militares, sitios de operaciones e instalaciones similares, que solo en los últimos cuatro años han pasado de 21 a 76 en Nuestra América, 12 de ellas en Panamá y exigimos la derogación del pacto de Neutralidad, que permite la intervención militar norteamericana a la República de Panamá.

Irak, Afganistán, Somalia, Palestina, Mali, República Cen­troafricana, Siria, Ucrania, Ni­ge­ria, Pakistán, Congo, Mau­ritania, Libia y Ye­men son solo algunas de las más recientes in­tervenciones militares norteamericanas con su secuela de muerte y desolación. No queremos dicha situación en Nuestra América.

Así, apoyamos las Declaraciones de la Se­cretaría General de Unasur que solicita la exclusión de todas las bases militares en nuestra región de Paz y la afirmación de que ningún país tiene derecho a juzgar la conducta de otro ni muchísimo menos a imponerle sanciones o castigos por cuenta propia.

Nosotros, los Pueblos de América, respaldamos al pueblo cubano y su Revolución, saludamos el regreso a casa de los cinco héroes cubanos, producto de la solidaridad internacional y de la lucha incansable de su pueblo. Exigimos, junto con todos los pueblos del Mundo, el levantamiento inmediato e incondicional del bloqueo genocida contra la Re­pú­blica de Cuba por parte del Gobierno de los Estados Unidos y el cierre inmediato de la base militar de Guantánamo, sin más condición que la del respeto a las leyes internacionales y a la Carta de las Naciones Unidas.

Nosotros, los Pueblos de América, expresamos, nuestro apoyo incondicional e irrestricto a la Revolución Bolivariana y al gobierno legítimo encabezado por el compañero Nico­lás Maduro.

Por tanto rechazamos la injusta, injerencista e inmoral Orden Ejecutiva del Gobierno de los Estados Unidos que ha pretendido señalar a la República Bolivariana de Venezuela como una amenaza a su seguridad nacional y que ya ha merecido el rechazo unánime de todos los países de Nuestra América.

Nosotros, los Pueblos de América, reafirmamos que Puerto Rico es una nación la­tinoamericana y caribeña, con su propia e in­confundible identidad e historia, cuyos derechos a la independencia y la soberanía son violados por una tutela colonial impuesta hace más de un siglo de forma arbitraria por parte del imperialismo norteamericano, por esa lucha histórica por lograr la soberanía y autodeterminación de Puerto Rico, muchos y entre ellos purgan cárceles como Oscar López Ri­vera, del cual exigimos su inmediata libertad.

Nosotros, los Pueblos de América, reiteramos nuestro apoyo solidario y esperanzado a los Diálogos por la Paz en Colombia, que se realizan entre el Gobierno de Colombia y las FARC-EP, solicitamos la apertura de una mesa similar con el ELN con el fin de transitar en la construcción de un proceso de paz firme y duradera con justicia social. Saludamos las ges­tiones realizadas por distintos gobiernos pa­ra facilitar el éxito de este proceso.

Nosotros, los Pueblos de América, reiteramos nuestro apoyo permanente e incondicional a la República Argentina en sus gestiones para la recuperación de las Islas Malvinas, así mis­mo, nuestro respaldo al Estado Plu­rinacional de Bolivia en su justa y postergada aspiración de una salida propia al mar. Reclamamos el inmediato retiro de las tropas de ocupación en Haití, acción que permitirá su autodeterminación. Exigimos al gobierno de México la presentación con vida de los 43 estudiantes normalistas desaparecidos forzosamente en Ayot­zinapa.

Nosotros, los Pueblos de América, manifestamos la necesidad imperiosa de la construcción y profundización de una sociedad nueva, con justicia social y con equidad de gé­nero, con la participación activa de los jóvenes y de los diferentes actores sociales, con la solidaridad como un principio fundamental para el desa­rrollo integral y soberano de nuestros pueblos. Hoy existen en Nuestra América al­gunos lacayos del imperialismo que intentan sostener e imponer el modelo neoliberal como la solución a los problemas y necesidades de nuestros pueblos, modelo que ha demostrado ser el más eficaz instrumento para profundizar la pobreza, la miseria, la desigualdad, la exclusión y la más injusta distribución de la riqueza que se conoce.

Ante esta situación manifestamos y convocamos a luchar y defender nuestros recursos naturales, la biodiversidad, la soberanía ali­mentaria, nuestros bienes comunes, la ma­dre tierra y la defensa de los derechos ancestrales de los pueblos originarios y las conquistas y derechos sociales. La lucha por el em­pleo, el trabajo y salario digno, la seguridad social, las pensiones, la negociación colectiva, la sindicalización, el derecho de huelga, la libertad sindical, salud ocupacional, los derechos económicos y sociales, el respeto a los migrantes y afrodescendientes, la erradicación del trabajo infantil y esclavo, justicia con equidad de género.

Todo esto es y será posible si trabajamos en unidad y con el objetivo de construir correlación de fuerzas que permita sustituir del poder al bloque dominante por uno social y político que defienda los intereses de nuestros pueblos.
A diez años de la derrota del ALCA reafirmamos nuestra lucha contra las nuevas formas de tratados de libre comercio TLC, TPC, TISA, la Alianza del Pacífico. Así también se­guimos sosteniendo que la deuda externa de nuestros países es incobrable e impagable por ilegítima e inmoral.

Nosotros, los Pueblos de América, saludamos los procesos de integración que priman la autodeterminación y la soberanía de nuestros pueblos, procesos como ALBA y la Celac, procesos que han fortalecido la unidad latinoamericana. Creemos necesario complementar estos procesos con la participación de organizaciones sociales, sindicales, populares, para fomentar aún más una integración desde y para los pueblos.

11 de abril del 2015
Ciudad de Panamá, Panamá


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