Viendo las noticias una mañana, con tristeza y para ser honesta con estupor oí a un minero de Chuquicamata dar un recado: “Con los mineros no se juega”. En otra noticia: empezaban los descuentos a los profesores que fueron a paro. Dos horrorosas e imposiblemente más opuestas caras de una moneda.
Parece que el recado de los mineros ha sido bien entendido por las autoridades. Porque con ellos realmente no juegan. Nadie. Los mineros paran un día… y las autoridades ceden.
No sale el ministro Velasco escribiendo minutas de los ridículos salarios que reciben, que superan por lejos los de cualquier otro rubro, de cualquier empleado público, ni explicándole al país por qué no se puede pagar bonos millonarios, ni explicando con tecnicismos económico-jurídicos el millonario gasto que sería para el país pagar bonos a los mineros. Con el dinero de Chile.
No aparece un ministro cuestionando su desempeño laboral, menos si se merecen o no los sueldos que tienen, los beneficios que tienen, nadie los cuestiona. No quisiera ni imaginar un sistema de evaluación por desempeño basado en “cobre producido versus dinero gastado en producirlo”, seguro que cortan la Ruta 5 Norte y llegan hasta La Moneda a reclamar. Porque con los mineros no se juega. Y ellos lo saben.
Al final del día, les entregan bonos de fin de conflicto gastados antes que el conflicto ocurra, ¡porque lo exigieron pagado antes de navidad!. Cada bono de fin de conflicto pega justo en el espíritu de los chilenos que somos dueños del cobre, paga un vilipendiado y sobremediatizado –gracias al ministro Velasco y la ministra Jiménez- bono de retiro de los profesores.
Tal parece que con los profesores sí se puede jugar.
Ahí si se pueden escribir minutas con verdades a medias, con historias de incrementos salariales de 280%. Se les puede no pagar bono de fin de conflicto, descontar los días no trabajados, se puede barrer el piso con la dignidad de ellos, se les puede apuntar con el dedo como si fueran el blanco de moda. Puede aparecer la ministra ironizando y humillando a sus colegas con frases increíblemente desafortunadas.
Porque aparentemente, con ellos sí se puede jugar.
Sobre todo, puede no aparecer la Presidenta formando parte del debate. Puede guardar el más doloroso de los silencios. La misma Presidenta cuya frase de campaña era “Estoy Contigo”. No dijo nada, tranquilamente y muchas veces en gira por el mundo. No estuvo con los profesores y ciertamente tampoco con los niños. No, estuvo de gira o en silencio.
Que arrepentida estoy de haber votado por ella. Lección aprendida. Adportas de una segunda vuelta lo tendré más presente que nunca.
Pero con los mineros no.
“Con los mineros no se juega” y el recado ha sido bien entendido por las autoridades.
Paulina Ríos