Líderes de la sociedad civil solicitaron al Secretario General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Ban Ki-moon ordenar a la policía local que detenga la ola de abusos y maltratos a representantes de las organizaciones no gubernamentales que participan en la Cumbre sobre Cambio Climático en Copenhague.
A medida que arriban a la capital danesa diversos gobernantes con el fin de participar en el cierre de las negociaciones, la policia local removió a la fuerza a cientos de activistas y representantes de organizaciones no gubernamentales (ONG) acreditadas para participar en el evento.
Bajo la premisa ¡Justicia Climática, Reclama el Poder!, una multitud de personas se reunieron en las inmediaciones del centro de convenciones Bella Center con el fin de manifestar su descontento por el lento avance de las negociaciones. Sin embargo la policia danesa colocó barricadas en todos los costados del centro de convenciones y cerró la estación de tren más cercana al lugar donde se realiza el encuentro. A pesar que las demostraciones se realizaron de manera pacífica y ordenada, los activistas fueron dispersados violentamente con gases lacrimógenos, golpes de bastón y aerosol de pimienta.
Al menos 260 personas fueron detenidas cuando un grupo de unos 4,000 manifestantes marchaban pacíficamente hacia el Bella Center con el fin de realizar una “Asamblea Pública” en dicho lugar, la cual no pudo concretarse debido a la sobre reacción de la policía local.
Las difíciles condiciones impuestas por la policía también han dificultado el trabajo de los medios de comunicación acreditados para cubrir la reunión, según informó el corresponsal de Environment News Service.
Cerca de 300 delegados acreditados de ONG que forman parte de la red ¡Justicia Climática Ahora! marcharon desde el Bella Center con el fin de reunirse con los manifestantes que se encontraban fuera del centro de convenciones. Sin embargo éstos fueron duramente detenidos por tropas policiales que golpearon violentamente tanto a los delegados como a representantes del Comité de los Pueblos Indígenas que tenían una cita con el presidente de Bolivia, Evo Morales.
En el llamado realizado por las ONG a Ki-moon incluye una dura crítica al secretario de la Convención sobre el Cambio Climático, Yvo de-Boer y al gobierno de Dinamarca por el uso de violencia de parte de la policia danesa contra manifestaciones de carácter pacífico.
De acuerdo al presidente de la organización ambiental Amigos de la Tierra, Nnimmo Bassey “pareciera que defender la justicia ha molestado a las naciones ricas que buscan un acuerdo débil e injusto”. A pesar de contar con la debida acreditación y haber participado con normalidad en días pasados, ayer fue rechazado el acceso de toda la delegación de Amigos de la Tierra al Bella Center. El incidente ocurrió luego que la organización realizara una demostración pacífica orientada a demandar a los países de la Unión Europea la reducción significativa de gases responsables del efecto invernadero.
Para muchos de los delegados de la sociedad civil, lo sucedido en Copenhague es inaceptable, ya que los mismos gobiernos que son incapaces de llegar a un acuerdo sobre la reducción de emisiones demuestran un alto nivel de eficiencia al momento de restringir el acceso de la sociedad civil al proceso en curso.
Los incidentes de esta semana se suman al arresto de más de mil personas que se congregaron para demandar un acuerdo efectivo y justo, así como denunciar a las naciones ricas por su aparente falta de voluntad en alcanzar un compromiso sobre los límites de emisión de gases y los sistemas de financiamiento, mitigación y adaptación al cambio climático.
Cuestionado sobre los excesos policiales cometidos fuera del lugar de la reunión, de-Boer afirmó que no sabe lo que sucede allí ya que “nunca he estado afuera”.
Michael Dorsey, miembro de la red ¡Justicia Climática Ahora! afirmó que “sabemos que vivimos tiempos lóbregos cuando oficiales de las Naciones Unidas como Yvo de-Boer amenazan nuestro derecho fundamental a expresarnos de manera pacífica y libre, así como de participar en la asamblea general”. Dorsey agregó que “la secretaría de la Convención sobre el Cambio Climático de la ONU está intentando activamente tirar a diversos países y movimientos sociales al tacho de la basura de los tiempos pre-guerra mundial, control de la información, totalitarismo y otras formas crudas e inhumanas que buscan eliminar derechos democráticos y de libertad que son básicos en siglo 21”.
Como forma de apoyo, diversos representantes y líderes de países en desarrollo expresaron su preocupación sobre la exclusión de la sociedad civil durante sus discursos ante la asamblea y solicitaron la adopción de medidas para asegurar su plena participación durante toda la reunión.
Mientras tanto, los activistas afirmaron que solicitaran una investigación a las Naciones Unidas por las violentas prácticas de exclusión social aplicadas durante la cumbre de Copenhague.
Environment News Service