Temprano se levantaron todos periodistas acreditados del Palacio de La Moneda para compartir un desayuno con la Presidenta Michelle Bachelet, Desde de las 8.30 de la mañana hasta las 10, la Jefa de Estado estableció temas de conversación dignos de discutirlos con un café.
Partió obviamente refiriéndose a la crisis de confianza que está afectando a la sociedad chilena a raíz de los muchos escándalos que llenan nuestras noticiarios todos los días con las diferentes e inimaginables formas de corrupción que nos han enseñado los funcionarios involucrados en el Caso Penta, Caval y SQM. Sin embargo, Bachelet comentó a la prensa nacional que ese tipo de desconfianzas y crisis viene arrastrándose hace años en el Estado.
La mandataria se fue de cabeza al tema sobre la emisión de boletas cuestionadas para el financiamiento trucho de algunas campañas políticas de candidatos de la Nueva Mayoría, pero dejó totalmente de lado y en silencio su opinión sobre las pobres disculpas públicas que dio su nuera, Natalia Compagnon en referencia al polémico préstamo que pidió junto a su esposo e hijo de S.E; Sebastián Dávalos, según ella, porque no quiere que malinterpreten sus declaraciones.
Sin embargo, esclareció que ni cuando estaba en Nueva York, ni después habló con Andrónico Luksic ni de Caval “ni de ninguna otra cosa”, señaló que nunca tuvo contacto personal ni telefónico con Luksic, que nunca pidieron una reunión como grupo, incluso antes de que falleciera Guillermo Luksic.
Sólo reconoció haber visto una vez a solas a Jean Paul Luksic (hijo de andrónico y dirigente gremial chileno), quien la habría visitado con el ex Presidente Lagos en un grupo de la minería y dentro solo de ese contexto de mineras habría participado como empresario del rubro, al igual que muchas otras personas.
El hecho de no querer referirse ni a las disculpas dirigidas a ella de parte de Compagnon ni hablar sobre Dávalos, pudo haber llegado a ser entendible, considerando que compartía la mesa con gente atenta y a la espera de cualquier primicia para los medios, pero como esta no ha sido la primera y probablemente tampoco será la última vez que tenga la oportunidad de referirse a estos temas, no la perdonamos.
Bachelet declaró que sintió constantemente la presión de la gente para que el palo le cayera a ella, dijo que hay algunos que tratan de dirigir el escándalo hacia ella, que ojalá hubiera boleteado y que escuchaba titulares que hacían referencia a que el escándalo se acercaba a la Moneda, señaló que puede existir gente interesada “en algo”, pero lo que en realidad le preocupaba no eran los titulares, sino la forma en que todos quienes conforman el parlamento ponen su granito de arena para que crezca y se consolide este castillo de desconfianzas.
Manifestó que generar la sensación de que todo es una porquería era también parte de su contribución, cosa que no se les ha hecho tan difícil, porque tal como lo respaldó la Presidenta, hay gente que tiene la sensación de que todo es un chanchullo, he ahí su preocupación, porque para ella ese no es el Chile en que vivimos, ni el Gobierno que rige nuestras leyes.
“Ni todos los chilenos son corruptos, ni todos los políticos son corruptos, ni todos los empresarios son corruptos”
A través de esa frase Bachelet defiende su mandato, si bien es cierto que ni los chilenos, ni los políticos, ni los empresarios son todos corruptos, lamentablemente la mayoría de los que se encuentran hoy en el poder salieron premiados con el título.
Al mismo tiempo, con un tono triste y desganado, aseguró que nunca más será candidata a nada con un cargo de representación pública, si bien tiene ganas de seguir trabajando, afirma que eso ocurriría solo si se siente con la capacidad y la salud necesaria para aportar en algún nivel, tomando nuevamente el tema que la “preocupa de verdad”, que es la crisis que enfrenta el Poder Ejecutivo, el Parlamento y la Justicia.
Y sobre la misma crisis, comentó que la desconfianza viene de mucho antes, de los 90’s y que simplemente se acrecentó este año con los casos de corrupción ya mencionados, si algo bueno podemos destacar de los dichos de la Presidenta, es que considera que la misma crisis es una oportunidad para hacer cambios (y la reforma). Porque así es, son momentos como estos los que debemos aprovechar para iniciar los tantos cambios que necesita el país.
Michelle Bachelet tomó la decisión de iniciar una campaña presidencial mientras se encontraba en Nueva York, recién en marzo del 2013, fecha que la desvincula con la supuesta precandidatura durante el tiempo en que se emitieron las boletas ideológicamente falsas, como las del ministro Rodrigo Peñailillo y sus asesores.
Tema en que hizo una pausa para referirse específicamente a las boletas emitidas en 2012 a la empresa Giorgio Martelli (a quién también reconoció conocer) por el ministro Peñailillo, donde afirma que ella en su momento le planteó al ministro que le avisara si existía una situación compleja, pero que cuando ella trabajaba en aquella empresa, no había nada raro, así que “¿por qué podrías suponer de que lo hay?”, señaló la Jefa de Estado.
También indicó que el ministro del interior le informó sobre las boletas luego de la publicación en The Clinic, y señaló que para ese entonces, antes de que comiencen sus trabajos en la Moneda, no era necesario que Peñailillo le avisara previamente sobre las boletas y trabajos que realizó.
Por otra parte, se desligó de los trabajos que se han hecho años atrás, porque como Gobierno ellos no tendrían la obligación de pagar los platos rotos por personas que están siendo cuestionadas de chanchullos existentes antes de que ella ganara las elecciones, es más, declaró que tienen que responder y dar explicaciones los propios implicados.
En cuanto al trabajo que lleva a cabo el Gobierno sobre la transparencia y probidad de la mano junto con el consejo asesor, quien se encargará de fortalecer y aportar en este ámbito de la política, la presidenta dijo que se va a reunir con la instancia para chequear los avances que nazcan del resumen de puntos tratados por las comisiones.
Señalando también que el problema no era solamente del sector público, que en los casos no está relacionado el Gobierno, que era un problema entre privados, por lo que sugirió que esta agenda no solamente se trate de una probidad y transparencia del Estado de Chile.
Bachelet dijo que hay una élite que no está haciendo su trabajo, que se encuentran preocupados por temas políticos que no condicen con el resto del país, sino que son temas “más prácticos” y que observa como la política “está en otra” y no cumpliendo con su labor.
Para finalizar el desayuno, Michelle Bachelet cuestionó la labor del Servicio de Impuestos Internos, que durante los últimos meses se mantuvo bajo las constantes críticas por las acciones tomadas frente a los casos Penta y SQM. Respaldó los trabajos hechos por la entidad (que dirige Michel Jorrat), y también dijo que al SII no le corresponde calificar si dentro de los procedimientos de investigación hay políticos o no, porque su trabajo se reduce a determinar si los contribuyentes cometieron delitos.
En relación con las evidencias y pruebas que tengan, se ha definido un curso de acción, por lo que cree que si alguien del parlamento es contribuyente y comenten un delito amerita una querella, pero “ pero si no hay delito tributario, no amerita que se querellen. Y eso es lo que yo entiendo que ha estado haciendo el Servicio de Impuestos Internos”.
Y así, con el anuncio de su próximo retiro de la política, con declaraciones y respuestas a distintos casos que están en la agenda noticiosa, la presidenta finalizó el desayuno que tuvo con la prensa nacional acreditada en el Palacio de La Moneda.