1. Steve Jobs.
«Tomar LSD fue una experiencia profunda, una de las cosas más importantes en mi vida… Reforzó mi sentido de lo que era importante: crear grandes cosas en lugar de hacer dinero».
2. Larry Hagman, actor de Mi bello genio.
Desvaneció el miedo a la muerte. Fui a este lugar donde estaba la luz blanca y todo estaba bien. Pienso que debería ser obligatorio que todos nuestros políticos lo tomaran al menos una vez.
3. Frank Zappa.
Es el único químico conocido por la humanidad que puede convertir a un hippie en un yuppie.
4. Paul McCartney.
Me abrió los ojos. Sólo usamos un décimo de nuestro cerebro. ¡Sólo piensa en todo lo que podríamos lograr si lográramos llegar a esa parte escondida! Sería todo un nuevo mundo si los políticos quisieran tomar LSD. No habrían más guerras ni pobreza ni hambruna.
5. George Carlin, comediante.
Darme un ácido fue un profundo punto de no retorno para mí, una experiencia seminal. No me avergüenzo de ello. Más gente debería tomar ácido. Deberían venderlo en la farmacia.
6. Courtney Love.
Dado que me dieron ácido a los cuatro, pienso que mi mente se liberó.