«Estas guerras y estas amenazas se derivan de una estrategia integral de EE.UU. Después de la caída de la Unión Soviética, los norteamericanos sintieron que una nueva fuerza empezó a materializarse, es decir, la unión entre suníes y chiíes», señaló el general. Así lo escribe la revista ‘Politico‘.
«La base de esta fuerza fue la bendita Revolución Islámica en Irán. Esta fuerza es el islam o el mundo islámico. Con el fin de evitar que esta fuerza se materialice, los estadounidenses hicieron muchas cosas», agregó Pourdastán.
«Lo primero que hicieron fue planificar y llevar a cabo los eventos del 11-S, para justificar su presencia en Asia occidental, con el objetivo de gobernar», apuntaló.
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