Así quedó esclarecido con la mala asignación -por un error informático, como se dijo- de créditos universitarios con aval del estado. Este impasse da cuenta de una invalidez en las autoridades, que intenta tapar un traspié aumentando cupos, pero sin solucionar el problema con los afectados.
Así quedó esclarecido con la mala asignación -por un error informático, como se dijo- de créditos universitarios con aval del estado. Este impasse da cuenta de una invalidez en las autoridades, que intenta tapar un traspié aumentando cupos, pero sin solucionar el problema con los afectados.
Este error del Gobierno destapa una vez más la vulnerabilidad de las clases media y baja, eternamente dependientes del soporte estatal. Pero ¿por qué? Si se habla tanto de los jóvenes como el futuro de Chile, por qué no hacer correr la lista en sentido opuesto, donde justamente están los “futuros universitarios”, que alegan su derecho a estudiar y exigen al Primer Mandatario que cumpla su promesa-slogan “igualdad de oportunidades”, pertinente ahora, cuando aseguraba que en Chile nadie se quedaría sin estudiar por falta de recursos.
El proceso de postulación se hacía por Internet, en la página www.ingresa.cl y se llenaban las fichas FUAS y DEMRE, en las que se optaba por qué crédito seguir o beca a postular, además de declarar su realidad socioeconómica.
El Crédito Universitario con aval del Estado es una alternativa más para costear la educación superior, sumada al Fondo Solidario Universitario (el tradicional “crédito universitario”) y los aportes que entrega Corfo. Así y todo, la ley de financiamiento amplía los recursos para costear una carrera universitaria. Pero ojo, las universidades –sobre todo privadas e institutos de formación superior- no están de acuerdo en ser aval el primer año, porque justamente es en ese tiempo en que hay mayor deserción.
Ni autoridades políticas ni académicas dan respuesta a tales demandas, por lo que hablamos con el presidente de la Federación de Estudiantes de la Universidad Austral (Feuach), César Sandoval, en virtud de los requerimientos de los futuros universitarios que se vieron afectados por el nuevo sistema crediticio.
A tu juicio ¿cuál fue la falla en todo este proceso de postulación?
“No hubo información concreta. El Gobierno le bajó el perfil al error informático que causó la frustración de miles de postulantes. Este proceso de desinformación llega a la cima cuando asume la ministra Meringel Hornkohl y asume un tema que no manejaba”.
Pero según tu opinión ¿cuál es el tema de fondo?
“Principalmente que las universidades siguen manteniendo el perfil engendrado en tiempos de la dictadura militar, en cuanto al despotismo. Y también, que la educación superior no puede ser un negocio; no puede caer en la falta de equidad en la educación primaria secundaria. Con estos elementos vemos que se ha creado un mercado de la educación”.
Este proceso fue erróneo, pero más ágil. Entonces ¿a quién beneficia entonces?
“La entrega de resultados con anterioridad nada más beneficia al Gobierno, que termina su período, pero claramente, como hemos visto, está perjudicando a miles de estudiantes”.
¿Qué se puede rescatar entonces?
“Bueno, un hecho positivo es que se aseguró a los tres primeros quintiles un crédito que el Estado cubre el 100% del arancel. Pero nada más”.
¿A quién ven como el culpable de este error?
“En general la culpa la tiene el Gobierno, ya que de ahí decanta hacia los otros actores, como la Comisión encargada de estudiar esta ley y hacerla efectiva”.
¿Qué opinión te merece la renuncia del entonces Ministro de Educación, Sergio Bitar?
“Inaceptable, en medio de un proceso que requiere de experiencia, porque fue él quien defendió esta ley de financiamiento. Esta decisión (la de dejar el ministerio para sumarse a la campaña presidencial de Michelle Bachelet) no fue conversada, ni con rectores, ni con los estudiantes. Bitar deja el proceso incompleto, lo que denota una inconsecuencia tremenda con un compromiso que él asumió frente a la educación chilena”.
¿Qué asistencia ofrecen ustedes como federación?
“En estos casos la ayuda que otorgamos es por medio de charlas y asambleas con un objetivo único: que los alumnos no dejen de estudiar en la universidad por plata”.
La ley de financiamiento es otra alternativa para estudiar ¿qué piensas de ella?
“Esta ley apunta meramente a políticas de mercado. No estaba clara, no estuvo bien fundada y fue despachada en forma muy rápida. Como el asunto es otorgar créditos, claramente vemos que las universidades se rigen por el modelo neoliberal. Además, vemos que esta ley simplemente beneficia a las universidades como empresas, pero el estudiante sigue igual. ¿Qué pasa si no encuentra trabajo después de titularse?”
Entonces ¿cuál es la política de la Federación para enfrentar este problema?
“Nuestra política se enfoca en privilegiar el interés de las personas antes que el bolsillo, perseverando en que la educación debe siempre dignificar, sobre todo porque es el motor de desarrollo en nuestro país”.
Carlos López