Comenzó monitoreo ciudadano de las condiciones ambientales del Lago Villarrica, proyecto financiado por el Fondo de Protección Ambiental de la Conama. Los vigilantes son tres residentes, ciudadanos sin experiencia previa, que fueron capacitados por el Centro de Protección de Lagos de la Corporación Gentexpresa, para analizar bioindicadores como avifauna, plantas, color y PH del agua.
Con el propósito de actualizar la información existente sobre las condiciones ambientales del lago Villarrica y generar conciencia ciudadana sobre el cuidado de éste, es que en el mes de mayo comenzó un proyecto de monitoreo ciudadano financiado por el Fondo de Protección Ambiental de la Conama.
Lo novedoso de esta iniciativa es que es primera vez en Chile que será realizado por vecinos, todos residentes de la ribera del lago, quienes voluntariamente tienen programa de vigilancia de las condiciones ambientales centrado en bioindicadores, como presencia de avifauna y plantas acuáticas que indican contaminación, color y PH del agua, además de otros antecedentes cualitativos.
«Son los primeros vigilantes voluntarios de lagos del país y ellos van a colaborar para generar conciencia en el cuidado del lago Villarrica», explicó Víctor Durán, coordinador del Centro de Protección de Lagos de la Corporación Gentexpresa.
Los tres residentes fueron capacitados en conceptos básicos y recibieron una guía de vigilancia ciudadana lacustre, que les permitirá monitorear el área durante ocho meses, desde mayo hasta diciembre y participarán de actividades propias del proyecto.
«Queremos que la propia ciudadanía haga un voluntariado y haga conciencia y se involucren en la protección del lago», explicó Durán.
LOS VIGILANTES DEL LAGO
Ramón Quezada vive a pocos metros del agua del Lago, es agricultor de la zona y pertenece a una de las familias más antiguas de Villarrica.
«Yo vivo frente al lago, y siempre me ha llamado la atención la fauna, el color del agua que se produce y es interesante aprender y colaborar en la pureza del lago y lo importante es mejorar la calidad del agua del lago y conservar la pureza», dijo.
Verónica López, es nacida y criada en la ribera del Lago Villarrica y actualmente es propietaria de un camping.
«Esto tiene una tremenda importancia, porque he visto como ha ido cambiando el lago, su ribera se ha ido llenando de plantas, he ido viendo la basura que va quedando. Antes eso no era así. En 30 años ha cambiado y ensuciando mucho», expresó.
Hernán Parada, es productor de arándanos y también vive y disfruta permanentemente de las riberas del lago.
«Es una manera de ver el estado en que se encuentra el lago para así educar a la gente y conservarlo de la mejor manera posible. A la larga el resultado a va a ser alarmante, va a costar encontrar un equilibrio entre la economía y el medio ambiente, como en muchas partes, pero es bueno saber en qué situación se encuentra el lago», explicó.
Fuentes: Víctor Durán, Ramón Quezada, Verónica López, Hernán Parada