Se hablaba de diez, de quince, quizás cincuenta casos. Pero hoy la Unidad de Justicia y Paz de la Fiscalía ha entregado el informe documentado de 25.185 casos de víctimas de carne y hueso que fueron raptadas contra su voluntad y que hoy están siendo buscadas por sus familiares.
El de los «falsos positivos», como se conoce en Colombia el método de matar civiles y hacerlos pasar por guerrilleros muertos en combate ha sido quizás uno de los mayores escándalos durante el gobierno de Álvaro Uribe Vélez.
Este año las madres de las víctimas han hecho marchas en plazas, han pedido justicia, quieren ver a sus muertos. Un día sus hijos salieron de sus casas de la mano de un militar y al siguiente aparecieron en otras partes del país bajo el signo de guerrilleros muertos. Entre más muertos reportados, mejor. Eso quería decir que Colombia estaba ganando la guerra.
Se hablaba de diez, de quince, quizás cincuenta casos. Pero hoy la Unidad de Justicia y Paz de la Fiscalía ha entregado el informe documentado de 25.185 casos de víctimas de carne y hueso que fueron raptadas contra su voluntad y que hoy están siendo buscadas por sus familiares. «Hemos hecho 348 jornadas de atención integral a víctimas y 34 expresamente para el tema de desaparecidos. En las comunidades recogimos, y seguimos haciéndolo, todo tipo de información antes de muerto: denuncias, relatos, radiografías, fotos. Por primera vez tenemos una cifra seria y vigente», le dijo a los medios de comunicación Luis González, coordinador de los fiscales de Justicia y Paz.
Aunque la mayoría de los casos ocurrieron entre 1996 y el 2000, cuando estaban enfrentados paramilitares de extrema derecha y los dos grupos guerrilleros colombianos, si se saca un promedio diario, se estaría hablando de hasta más de cinco desaparecidos por día en esa época.
Sin embargo, el tema de los «falsos positivos» permitió desempolvar dos décadas de desapariciones forzadas ya que el Ejército no tuvo otra alternativa que reconocer su error y permitir investigar.
Los falsos positivos de Ocaña, un ciudad fronteriza con Venezuela, se descubrieron por ejemplo gracias al trabajo que hicieron forenses de la Comisión de Búsqueda de Desaparecidos, encargados de investigar varios casos de unos muchachos que fueron asesinados en las afueras de Bogotá y luego aparecieron como guerrilleros.
Aunque la Fiscalía tiene nueve equipos dedicados a la búsqueda de desaparecidos y 17 fiscales dedicados al tema, hasta ahora se han exhumado 2.666 cadáveres, de los cuales apenas 610 han sido entregados a sus familiares.
Por Alejandra de Vengoechea – Bogotá
Fuente: somossudacas.blogspot.com