Filofobia. Ésta puede ser sin duda, una de las fobias más peculiares y curiosas que podamos experimentar. Sin embargo, lejos de considerarlo como algo anecdótico o intrascendente, la filofobia puede ocasionar gran sufrimiento no sólo en quien lo padece, sino también en aquellas personas que tienen la mala suerte de enamorarse de alguien que, efectivamente, evita y teme esta clase de compromisos, este tipo de “explosiones” cargadas de sentimientos que le hacen perder el control.
El filofóbico “teme” las situaciones de emoción intensa, mientras que el alexitímico, sencillamente, no las reconoce. Estamos seguros de que te gustará saber más sobre este tema.
¿Cómo saber si yo también soy filofóbico?
La filofobia no tiene edad. Como ya sabes no existe proceso más intenso, excitante y mágico que enamorarse y a su vez, ser correspondido. Es una maravilla química que nos envuelve y a la vez nos trasforma, altera nuestros sentidos, altera nuestro apetito e incluso nuestro descanso.
Nuestra mente empieza entonces a llenarse de sueños y proyectos, establecemos un compromiso y fortalecemos los vínculos con la persona amada para forjar un futuro, una estabilidad. Esto, sin lugar a dudas, sería lo normal. Ahora bien, en el reverso de este aspecto y llevado al extremo más exagerado, estarían aquellos que en el momento perciben cierto sentimiento por alguien de su alrededor, eligen alejarse y evitar todo contacto.
Es más, ya estaríamos hablando de un auténtico problema en el momento en que por ejemplo, evitamos incluso relacionarnos con el sexo opuesto. Aunque son como decimos, casos más extremos. No obstante¿qué dimensiones son las que suelen definir a un filofóbico “clásico”?
- Personas que relacionan el estar enamorados con “sentirse vulnerables”. Y eso es algo que no pueden soportar.
- El amor es una dimensión demasiado cargada de emociones que no pueden controlar, y lo que escapa a su control no solo les asusta sino que les enfurece. Es como si desearan tener cada aspecto de su vida bajo un control milimétrico, ahí donde encuentran verdadera “seguridad”.
- No obstante, y a pesar de esta fobia, sí que llegan a tener parejas, De hecho pueden llegar a tener “muchas”, pero son relaciones muy superficiales y sin compromiso real, ahí donde en realidad, pueden llegar a hacer verdadero daño a aquellas personas que llegan a enamorarse profundamente de ellos o ellas.
- Generalmente, suelen buscar parejas muy diferentes a sí mismos para no “establecer unión emocional”.Son relaciones condenadas al fracaso ya desde el principio.
- Lo curioso de todo ello es que al mismo tiempo el filofóbico tiene un ideal de cuál sería su pareja perfecta, esa de la que podría enamorarse rendidamente. Pero establece en esas figuras unos ideales tan elevados, que es imposible que cualquier otra persona pueda alcanzarlos.
- El filofóbico tiene miedo ante todo a perder su autonomía, su individualidad. Y a la vez, teme también ser herido o abandonado, y sobre todo, ser vulnerable.