Teatro Las Casildas: “Hablamos de violencia hacia nuestros cuerpos, hacia nuestros niños y niñas”

“Yo no sabía cómo explicar el dolor que tiene mi cuerpo, mi útero tajeado porque me nacieron a mis dos hijas. No tengo idea como sacarme este dolor”, así comenzaba el relato de una mujer que participó del debate que moderó la agrupación argentina Las Casildas, tras la segunda presentación de su obra “Parir(NOS) en la Biblioteca de Santiago.

Justamente su historia refleja la realidad chilena y también la de tantas otras mujeres en el mundo, que cargan con las heridas invisibles que dejaron el nacimiento de sus hijos e hijas por ser víctimas del maltrato del personal que atendió el parto.

Julieta cuenta que “Las Casildas” surgió como un proyecto personal luego de la llegada de su hija. Su maternidad le generó un viaje expansivo y revelador que la llevó a formarse como doula y puericultura, mientras terminaba sus estudios como psicóloga social. Al pasar el tiempo, el proyecto fue creciendo e integrando personas que fueron contribuyendo a generar un verdadero movimiento de información sobre la violencia obstétrica.

{destacado-1} En este camino surgió “Parir(nos)», la obra de teatro que ha recorrido Argentina desde hace un año trasladando la información al plano artístico para dar cuenta de lo naturalizado y sistematizado que está la violencia hacia la mujer en trabajo de parto. “Hay todo un sistema, que también está conformado por nosotras, que nos avasalla y que nos violenta permanentemente, por eso, nosotros con la obra hablamos de ¡qué se escuche mi voz!” que es la voz de todas nosotras, las que gestan y las que paren”, relata.

En Argentina, «Las Casildas» buscan la reglamentación de la Ley 25.929 que habla del derecho de las mujeres, niñas y niños por nacer. Mientras, en Chile la violencia obstétrica están surgiendo en organizaciones que buscan visibilizarla y desde el Congreso, a principios de este año, las diputadas Loreto Carvajal y Marcela Hernando presentaron un proyecto de ley para penalizar al personal de salud que ejerza un trato peyorativo, violento o negligente sobre las mujeres embarazadas.

“Temas como éstos se necesita llevar a una esfera política y también nos toca de lleno a nivel individual, porque estamos hablando de violencia hacia nuestros cuerpos hacia nuestros niños y nuestras niñas”, recalca Julieta Saulo.

Antes de retornar a su país, Julieta junto con Francisco Saraceno, matrón que forma parte del equipo de «Las Casildas», agradecieron la invitación a, literalmente, cruzar la cordillera con su trabajo, y sobre todo, considerar que la organización estuvo a cargo de un grupo de familias que de manera autogestionada hicieron posible la presentación de la obra y la generación del espacio de diálogo.

“Se está gestando un gran cambio, creo que todo el impulso que trajo este trabajo se pueda mantener para generar mucho más profundo, un cambio en torno a la gestación, el parto y el nacimiento mucho más profundo”.