«La ley prohíbe la simbología soviética, condena el régimen comunista, permite el acceso a los archivos de los servicios especiales soviéticos y reconoce la labor del Ejército Insurgente Ucraniano [considerado una organización extremista en Rusia] en su lucha por la independencia», informa la página web oficial del mandatario ucraniano.
De acuerdo con las leyes ucranianas, todos los monumentos que glorifican a los líderes soviéticos, incluso las numerosas estatuas de Lenin, deben ser desmontados. Las autoridades ucranianas también quieren rebautizar las localidades, calles y entidades cuyos nombres tengan referencias soviéticas. Además, prohíben el himno nacional de la URSS, cuya reproducción puede incluso ser castigada con penas de cárcel.
Rusia ha condenado sin reservas esta ley que prohíbe el comunismo para complacer a los nacionalistas.
«Las futuras generaciones de ciudadanos ucranianos acusarán las consecuencias destructivas de esta ley y de la tergiversación de la historia», comentó Serguéi Narýshkin, presidente de la Duma Estatal de Rusia.
Anteriormente el 9 de abril, los diputados de la Rada Suprema (Parlamento unilateral de Ucrania) aprobaron la ley con la mayoría de los votos.