El proyecto de Ley Ricarte Soto será sometido a votación por el Senado antes del 21 mayo, día en el que supuestamente la ley de financiamiento de medicamentos, tratamientos y diagnóstico de enfermedades de alto costo debería estar aprobada.
Durante la mañana de este lunes, la Comisión de Salud del Senado se reunió en el ex Congreso de Santiago para revisar las indicaciones al proyecto de ley antes de que se someta a votación en la Cámara Alta.
Este lunes, la Comisión de Salud del Senado aprobó el proyecto de Ley que propone la creación de un Sistema de Protección Financiera para Tratamientos de Alto Costo, por cuatro votos a favor y una abstención.
El Ministro de Salud subrogante, Jaime Burrows, expresó la «tremenda satisfacción de la Cartera, que da un paso más en el proceso de avanzar para establecer un sistema que garantizará el acceso a tratamientos y diagnósticos de alto costo para la población, sin ningún tipo de discriminación, mediante un sistema de financiamiento universal para aquellos tratamientos que hayan sido evaluados y asignados como efectivos«.
La Comisión de Salud del Senado ha sometido el proyecto de ley a una serie de modificaciones y perfecciones con el objetivo de hacerla más justa y equitativa para la ciudadanía. El senador y miembro de la Comisión de Salud, Guido Guirardi, declaró hace unos días a este medio que «la ley es insuficiente y excluyente. No podemos tolerar que una ley tan importante tenga letra chica para excluir a los pacientes que mas la necesitan (…) Hay aspectos que estamos obligados a revisar y modificar. Es tarea fundamental del Senado«.
Una de las correcciones que ha experimentado el proyecto de ley es la definición del umbral de usuarios que podrán beneficiarse de la cobertura estatal de los tratamientos. La Comisión de Salud advirtió que este criterio no estaba bien definido en el proyecto de ley por lo que debía ser revisado y perfeccionado.
Otras de las modificaciones que tiene relación también con el umbral, es el aumento de representantes de los pacientes que formarán parte de las comisiones encargadas de decidir qué enfermedades de alto costo se beneficiarán con la Ley Ricarte Soto. El problema en este punto, como especificó Guido Guirardi, es que es dificícil delimitar el concepto de ‘alto costo’, pues «puede haber familias para las que un medicamento de 100 mil pesos sea de alto costo«, planteó el senador.
El proyecto de ley Ricarte Soto se encuentra ahora a la espera de ser sometido a votación en el Senado, trámite que debería celebrarse en las próximas 48 horas si se pretende cumplir con los plazos previstos. Se esperaba que el proyecto de ley fuera aprobado antes del 21 de mayo, pero el gobierno anunció hace unas semanas que el plazo legislativo para la aprobación del texto se ampliaba hasta el 31 de agosto.
El proyecto de ley Ricarte Soto, tan necesario como esperado por la ciudadanía, ha resultado ser una gran decepción para muchos enfermos que esperaban cubrir el alto costo de sus tratamientos y diagnósticos gracias a la nueva legislación pero han descubierto que, llevada a la teoria, la Ley Ricarte Soto, beneficia a un porcentaje muy pequeño del total de familias que la necesitan.
Estamos ante otro ejemplo de solución rápida, aparente y superficial a uno de los problemas más profundos y espinosos del país: el acceso gratuito a los medicamentos para que la superación de enfermedades no dependa del nivel económico de cada familia.