Cuando la izquierda se une, vence

Las elecciones municipales y autonómicas celebradas este domingo 24 de mayo en España han supuesto el inicio del cambio. La izquierda se ha unido y ha vencido a una derecha desfasada que ha visto como los ciudadanos le quitaban delante de sus narices la mayoría absoluta de todos los parlamentos autonómicos.

Cuando la izquierda se une, vence

Autor: Marta Ubeda
Elecciones Ada Colau

Ada Colau, cabeza de lista de Barcelona en Comú

España y los españoles hemos vivido este domingo unas elecciones que pasarán a la historia por suponer la inclusión definitiva en el panorama político de la unión popular. Partidos como Barcelona en Comú o Ahora Madrid, surgidos este mismo año a partir del empuje de Podemos, han logrado unos resultados asombrosos en las urnas con el respaldo de una ciudadanía cansada y aburrida de las fuerzas políticas tradicionales, una ciudadanía que reclamaba cambio.

Desde que empezaron a conocerse los resultados electorales sonrío irremediablemente pues por primera vez tengo ilusión y esperanza depositada en la política. Confieso que antes de conocer ningún dato, pensaba en esta columna y estaba convencida de que iba a ser pesimista e indignada ante la decepción de unas elecciones sin esperanza ni cambio en las que los votantes cometían -de nuevo- los mismos errores. Por suerte no ha sido así.

Tras muchos -demasiados- años de bipartidismo en España durante los cuales todo era PP o PSOE, derecha o supuesta izquierda, azul o rojo; la situación ha cambiado al fin este domingo 24 de mayo tras la aparición de nuevos partidos surgidos de la unión popular que han acaparado gran cantidad de votos.

Estos resultados son muy importantes para España, especialmente teniendo en cuenta que en noviembre se celebrarán elecciones generales para elegir al próximo presidente del Gobierno de España. Es necesario analizar en profundidad lo que ha ocurrido este domingo en las urnas para entender el cambio experimentado por los ciudadanos que, por primera vez, nos hemos sentido partícipes de la vida política y hemos tomado consciencia del poder que tiene un voto.

Frases como: ‘¿Para qué voy a votar si siempre ganan los mismos?’, ‘No me interesa la política, todos son iguales’, o ‘No se puede hacer nada, nunca conseguiremos cambiar las cosas’, dejan a partir de este domingo de tener vigencia en nuestro vocabulario. El poder está en manos de los ciudadanos -como debería haber sido siempre-, unos ciudadanos que en Barcelona han logrado la victoria de la activista social Ada Colau con Barcelona En Comú, un partido de izquierdas surgido en febrero de 2015 a partir de una plataforma ciudadana.

Adiós a las mayorías absolutas

El Partido Popular -derecha tradicional española- ha sido el partido más votado en diez de las trece Comunidades Autónomas que debían ser renovadas, pero esa no es la noticia. Lo realmente destacable es la pérdida de las mayorías absolutas en los parlamentos, mayorías que le otorgaban al PP libertad absoluta para gobernar sin frenos ni límites, sin que ninguna fuerza política pudiera intervenir en sus decisiones. La situación ha cambiado totalmente y las cancerígenas mayorías absolutas han abandonado las autonomías para dejar paso a una época de acuerdos, de discusión, de debate, ¡de verdadera democracia!.

La situación que presentan casi todas las Comunidades Autónomas en España es la siguiente: el Partido Popular ha ganado pero no con mayoría absoluta, por lo que pueden pasar dos cosas:

  • Que el PP gobierne en minoría durante los próximos cuatros años. Esto supone que cualquier medida que el PP proponga, debe de ser aprobada por un parlamento que tendrá la posibilidad matemática de negarse a que esa medida salga adelante, pues la oposición es mayoritaria ahora. Así, cualquier propuesta precisará del apoyo de, al menos, otra agrupación política con representación parlamentaria para ser aprobada y puesta en funcionamiento.
  • Que la segunda fuerza política pacte con otro partido para obtener la mayoría y gobernar en coalición. Esto supondría quitarle la presidencia autonómica a la derecha tradicional española que ha ostentado esos cargos durante muchos años. El problema de esta opción, es que la llave para pactar la tienen los partidos nuevos surgidos de la unión popular como Podemos o Ahora Madrid, que podrían pactar con el PSOE (centro izquierda) para arrebatarle el poder a la derecha. El inconveniente es que este gesto sería considerado por muchos votantes como una traición, pues Podemos, por ejemplo, surge precisamente por la incompetencia de agrupaciones como el Partido Socialista Obrero Español, que vendía una izquierda insuficiente y que encima ha estado envuelto en graves escándalos de corrupción.

Estamos pues, ante un panorama político incierto pero emocionante, pues, pase lo que pase, por primera vez, ganará la democracia.


Reels

Ver Más »
Busca en El Ciudadano