Los Medios y la Política; el rompecabezas de lo social

Los medios de comunicación producen efectos sobre la gente que es influida, lo que ha generado ambientes de comunicación. Desde esta perspectiva la política pretende legitimarse a través de nuevas formas que incorporan los mass media, pero esta incorporación generalmente es sesgada y parcial. Se pretende la reorganización del poder a partir de las mismas premisas de exclusión y veto, que han existido en Chile desde siempre, a las mayorías y minorías.

Estas conclusiones se hacen en el contexto de las campañas políticas y de su profundo cuestionamiento por parte la sociedad chilena, a luz de los últimos acontecimientos conocidos. Es bien sabido además, por el discurso hegemónico político, que el resultado de una campaña depende de cómo esté enfocada. Así, las campañas políticas no se orientan hacia individuos particulares, se dirigen, dentro de esta lógica, a grupos sociales. Por tanto, para nuestros políticos, las campañas funcionarían en tres niveles:

1.- Efecto de activación, lo que la campaña hace es activar algo que está presente pero que no era manifiesto. Lo que la campaña produce, es un efecto revelador sobre la imagen latente. El contenido y mensaje pretenden remover la memoria en la conciencia social.

2.- La campaña tiene un efecto de reforzamiento, precisamente activa predisposiciones anteriores a la campaña. Refuerza estos pensamientos y cogniciones, porque los grupos se expone a la campaña selectivamente y aflora lo que pensaban antes, pero a través del filtro operado por los medios.

3.- Solo en un tercer momento las campañas políticas tienen un efecto de conversión. El efecto de conversión se da en aquellos sectores que no tenían una posición definida, los indecisos, los que siempre han estado menos expuestos a los medios de comunicación. No se trata de alguien que no está convencido y se convierte durante la campaña, lo que sucede es que alguien que no tenía interés en la campaña se ve forzado a redefinir su posición y elegir. De ser un desinformado con bajo nivel de interés, pasa a ser informado con alto interés en los acontecimientos,recurriendo al grupo social para encontrar argumentos en función de la elección.

Estos argumentos y consideraciones se expresan fundamentalmente en el perverso afán de las elites por sustituir su perdida capacidad de representar lo común y reemplazar las verdaderas aspiraciones de la población por contenidos mediatizados por el dinero y grupos de poder. El discurso predominante siempre va captar los sentidos más básicos del sujeto, perdiendo la especificidad de lo oral, de la narración. El guión personal pareciera ser el mismo, siempre y en todos lados, visto en el lente globalizador de la cultura.

Los medios de comunicación como herramienta que permite recuperar el orden social y la homogenización, por parte de las estructuras capitalistas se encuentran presentes con más fuerza que nunca. Sin embargo, existe también una poderosa corriente creadora y crítica que representan los medios de comunicación alternativos, que están creciendo de manera robusta en el ideario de las personas. La pelea de estos espacios está en volver o lanzarse a la búsqueda de la riqueza en el texto individual (no individualista) porque quizás desde aquí, se delinean los trazos de la verdad. La sociedad de los medios nos encapsula en la adicción generalizada. En contrapartida la dicción de la sociedad civil está plagada de historias particulares del joven, adulto, homosexual, inmigrante, mujer, empresario, etc. Todos seres singulares llenos de significado y vida. En el sentido más amplio; la voz de las mayorías y minorías.

De esto, se desprende la importancia de los nuevos (y antiguos) medios de comunicación comprometidos con el futuro de nuestro país, un futuro a escala humana, y pueden ser la diferencia entre la captura o la libertad. Usted decide.