Francia está tomando medidas contra el desperdicio de alimentos con una nueva ley que prohíbe a los grandes supermercados desechar productos no vendidos, a riesgo de afrontar multas o incluso penas de cárcel. El proyecto de ley fue aprobado la semana pasada dentro de una ley más amplia sobre energía y medio ambiente.
Según la medida, los supermercados de más de 400 metros cuadrados deberán a firmar contratos antes de julio de 2016 para donar los productos no vendidos que aún sean comestibles a organizaciones de caridad, o para su uso como alimentación animal o compost agrícola. El incumplimiento podría exponerlos a dos años de cárcel y a multas de 75.000 euros.
La Federación Francesa de Comercio y Distribución (FCD) solicitó que la medida no sólo se aplique a los grandes supermercados, que representan apenas un 5% del desperdicio total de alimentos, sino a todos los establecimientos del país. No hay que olvidar que más de 4.500 supermercados tienen ya firmados acuerdos con las organizaciones humanitarias para la donación de alimentos, por lo cual esta medida busca profundizar en el cambio, pero hay otros factores preocupantes: los franceses desechan veinte kilos de comida por persona al año, lo que cuesta entre 12.000 y 20.000 millones de euros anualmente, según el Ministerio francés de Medio Ambiente.
La propuesta fue lanzada el año pasado por un grupo de parlamentarios franceses encabezados por el anterior Ministro de Agricultura, Guillaume Garot; los mismos invitaban a luchar contra el desperdicio de alimentos; el gobierno deberá ayudar, ahora que será aplicada, a bancos de alimentos y organizaciones benéficas, para ver cómo almacenar los alimentos antes de repartirlos en todo el país. El cambio será progresivo y llevará tiempo, pero el objetivo es noble y requiere atención.
fuente Le Mond y Gastronomía y Cia visto en BuenDiario