Hope (Esperanza) es un nombre muy apropiado para un ser vivo que lucha por sobrevivir después de haber sido brutalmente mutilado.
Los voluntarios y veterinarios de la asociación Saving the Survivors localizaron a Hope la segunda semana de mayo en Lombardini (Provincia Oriental del Cabo, Sudáfrica). La primera observación confirmó que se trataba de una hembra de rinoceronte blanco (Ceratotherium simum) de unos cuatro años de edad con muy pocas esperanzas de sobrevivir. Un grupo de cazadores furtivos habían inmovilizado al animal con un dardo anestésico y después le habían amputado los cuernos de forma radical.
Hope se despertó con una herida abierta que le afectaba toda la parte frontal, dejando al descubierto las fosas nasales. El animal fue descubierto unos dos días después de la agresión, cuando ya había perdido mucha sangre y la herida -de unos 50 por 28 centímetros- presentaba signos evidentes de infección.
Pese a la gravedad del pronóstico, Hope fue operada y los veterinarios consiguieron aplicar en el hueco de los cuernos un molde de fibra de vidrio con tornillos de acero.
«Si podemos salvar a Hope, ella podrá tener descendencia y habremos contribuido a la supervivencia de la especie», ha explicado Gerhard Steenkamp, veterinario de la Universidad de Pretoria que participó en la operación. Steenkamp es miembro de Saving the Survivors, uno de los grupos más activos en Sudáfrica en la defensa de esta especie el peligro de extinción.
Una zona golpeada por los furtivos
La Provincia Oriental del Cabo ha sufrido grandes pérdidas por caza furtiva en las últimas semana. El pasado 30 de abril, dos rinocerontes blancos, una hembra adulta y su cría, murieron en Lombardini Game Farm por disparos de los furtivos, que consiguieron cortar los cuernos del animal adulto. En la misma reserva de Lombardini, una semana después fue atacada la hembra que ahora se conoce con el nombre de Hope.
La caza furtiva causó la muerte en 2013 de 668 rinocerontes -casos conocidos- en Sudáfrica y en 2014 la cifra ascendió hasta los 1.004 muertes. La conservación de la especie puede perder el punto clave precisamente por el incremento de la actividad de los cazadores que venden los cuernos de estos animales en mercados internacionales. La subespecie de rinoceronte blanco del sur (Ceratotherium simum simum) está clasificada como ‘casi amenazada’ por la Unión Internacional de Cosnervación de la Naturaleza. Los datos de 2011 indicaban una recuperación de la especie (con unos 20.150 ejemplares en libertad) pero en 2013 el censo volvió a descender a poco más de 18.000 ejemplares.