Las 5 enfermedades más devastadoras de la Historia

La guerra contra las enfermedades ha sido una constante en toda la historia de la humanidad, sin importar lo que hagamos, ellas siempre están un paso delante de nosotros

Las 5 enfermedades más devastadoras de la Historia

Autor: Ángela Barraza

peste

La guerra contra las enfermedades ha sido una constante en toda la historia de la humanidad, sin importar lo que hagamos, ellas siempre están un paso delante de nosotros. Aun con la tecnología que tengamos, las vacunas que inventemos, o las precauciones que tomemos, los virus y bacterias estarán listos para contagiarnos.

A lo largo de la historia se han registrado las más mortíferas y agresivas batallas que el humano ha enfrentado en contra de las enfermedades, siendo escritas como señales de advertencia para las generaciones futuras. Éstos textos nos recuerdan que no todo lo tenemos bajo control, que seguimos siendo los mismos que hace miles de años, y sobre todo nos recuerdan lo alarmantemente frágiles que somos como especie.

Es por eso que en esta lista, recordaremos las 5 enfermedades más devastadoras de la historia.

#5 Cólera:

Vibrio cholerae: la bacteria que causa el cólera

Los primeros registros datan desde la época de Hipócrates (460-377 a.C.), los cuales describen con gran precisión y con lujo de detalle los efectos de dicha enfermedad, desafortunadamente no hay forma de comprobar con certeza si se trataba de la misma. Estando presente en más de 50 países, la bacteria Vibrio Cholerae (causante del cólera) desde 1817, se han registrado siete pandemias en todo el mundo. La última fue en 1961 e infectó entre 4 y 5 millones de personas, de las cuales 120.000 murieron, esto en el periodo de un año.

Contagio: A través de líquidos o alimentos contagiados con la bacteria.

Padecimientos: Diarrea acuosa con un número elevado de deposiciones, calambres musculares, vómito intenso, entre otros.

#4 Fiebre Tifoidea:

Bacteria tifoidea: Salmonella

Logrando derribar a una de las ciudades-estado más reconocidas en la historia de Grecia, la bacteria Salmonella typhi fue la causante de que más de un tercio de la población de Atenas muriera. Esto ocasionó un importante declive en esta ciudad, ya que después de la batalla de Peloponeso en contra de los Espartanos, esta enfermedad fungió como el verdugo que maldijo a todo un poderoso estado. La última gran epidemia se dio en Barcelona durante 1914, causando más de 250,000 muertes.

Contagio: Las moscas pueden transmitir la fiebre tifoidea en ambientes poco higiénicos. También se transmite de persona a persona vía fecal-oral, en ambientes insalubres donde las aguas fecales pueden entrar en contacto con la comida y bebida.

Padecimientos: Fiebre alta constante (40º), sudoración profusa, gastroenteritis, diarrea y en ocasiones salpullido.


#3 Viruela:

Dibujo extraído del códice florentino, en este se ilustra el impacto de la viruela en el pueblo mexica.

Presente desde el año 10,000 a.C., la enfermedad ha sido tan devastadora a lo largo de la historia; fue capaz de crear un colapso demográfico a su llegada a las tierras Americanas. Sin conocimiento previo de ella, y sin anticuerpos que pudieran combatir a la enfermedad, el nativo americano estaba completamente indefenso, provocando una cantidad impresionante de muertes, a tal grado que es imposible calcular los millones de decesos que hubieron en total. Hay aproximaciones que dicen que sólo en México hubo más de 22 millones de muertes a la llegada de esta enfermedad al continente. Ya no hay de qué preocuparse, la viruela está radicada.

Contagio: Contacto directo con la persona infectada, con fluidos corporales u objetos contaminados.

Padecimientos (en orden de aparición): Fiebre alta, fatiga, erupciones en la piel que inician en la boca y lengua para que al final se esparcen hacia todo el cuerpo.


#2 Peste:

Yersinia pestis, bacteria causante de la peste vista con un microscopio de fluorescencia.

La responsable de esta enfermedad es la bacteria Yersinia pestis. Normalmente se pueden producir cuatro formas de la peste: bubónica, septicémica, neumónica y neurológica. Las más frecuentes son las dos primeras.

La peste ha sido la causante de una de las pandemias más devastadoras en la historia, la peste bubónica. Se cree que la peste (en su forma bubónica) inició en la India, siendo esparcido por las tropas Mongoles, logrando atravesar toda Europa hasta llegar a la zona norte de África. Las fuentes nos indican una aproximación de más de 80 millones de decesos, de 40 a 60 millones entre Asia y África y 25 millones tan solo en Europa, una cifra que representaría el 60% de la población total del continente, esto durante la segunda mitad del siglo XIV.

Contagio: En un inicio la forma de propagación consistía en la picadura de una pulga infectada portada por los roedores. Posteriormente la bacteria logró mutar para que su vía de contagio fuera por medio del aire, aumentando su propagación.

Padecimientos: La forma bubónica se caracteriza por fiebre, dolor de cabeza, escalofrío, hinchazón y dolor de los ganglios linfáticos zonales. Se puede producir la fistulización del ganglio, con drenaje de su contenido. Debido a la CID, se pueden desarrollar trombos con áreas isquémicas en determinadas zonas de la piel (color azulado o negruzco de la piel), circunstancia que da nombre a la enfermedad: Peste Negra.


#1 Gripe:

Partícula viral o "virión" del virus de la gripe.

La gripe o influenza (que no tiene que ser confundida con el resfriado común) es una enfermedad infecciosa causada por un tipo de virus ARN. La capacidad de supervivencia de este virus es extraordinaria, capaz de vivir a 0° C. Con su fácil propagación y su facilidad para mutar, esta enfermedad ha causado en sus 5 pandemias más conocidas, un total aproximado de 120 millones de decesos, siendo la gripe española la más devastadora de todas.

Contagio: Contacto con fluidos corporales del enfermo, como son el fluido nasal, bronquial o la saliva.

Padecimientos: Tos, fiebre mayor a los 40°, congestión nasal y dolor de garganta, esto en su primera fase, si no se trata eficazmente, puede causar enfisema, bronquitis crónica o asma, además de una disnea durante la fase aguda de la gripe. También puede agravarse una patología coronaria previa o presentarse un cuadro de insuficiencia cardíaca.

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