Erika Lust (Estocolmo, 1977) creó su productora de cine para adultos (Lust Films), con el fin de hacer porno desde la sensibilidad femenina, pensando en la receptividad de las mujeres, reivindicando que el placer sexual femenino también tiene voz propia. «Nosotras también expresamos nuestra sexualidad e ideas, y yo, con valores y estética cinematográficos, explico historias basadas en un espectro mucho más amplio que la pornografía tradicional, que, al fin y al cabo, es un mundo muy cerrado y estereotipado, muchas veces oscuro, machista e, incluso, chovinista. Cuando la sexualidad abarca mucho más que todo eso», define la cineasta sueca.
El sentir de la mujer es el punto de anclaje de la producción cinematográfica que despertó el fenómeno Lust. Lo único que tienen de porno sus creaciones es que en ellas aparece sexo explícito, pero por lo demás, la mujer está en el centro de la acción, las historias son contadas desde una perspectiva femenina. La estética de sus películas está cuidada como en cualquier realización de cine independiente. Además los actores y actrices que participan están contratados y son tratados con dignidad.
Los protagonistas de sus ‘cortos’ pueden ser personas de todo el mundo (incluyéndote a ti) y sin necesidad de moverte de tu casa. La mecánica es tan sencilla como innovadora: cualquiera con creatividad, y una buena conexión a Internet puede dejar sus confesiones, vivencias o fantasías eróticas en www.xconfessions.com . Una vez al mes, la directora selecciona las historias que le parecen más interesantes y las transforma en películas de “cine independiente para adultos”, como le gusta llamar a sus creaciones.
El primer corto de Lust en Barcelona (donde reside y produce sus películas) fue The good girl (2004) que fue distribuído de manera gratuita en internet y logró más de dos millones de descargas en los primeros meses. Cinco historias para ellas (2007) fue su primer largometraje; trabajo que precedió al documental Barcelona Sex Project, en el que los orgasmos de seis residentes en Barcelona quedaron retratados.
Esta directora de 40 años estudió Ciencias Políticas, especialidad en Feminismo y Derechos Humanos. Se interesó por la producción audiovisual, se mudó a Barcelona y emprendió un negocio que conectaba con una de sus preocupaciones: el papel pasivo de la mujer como instrumento de placer al servicio del hombre en el imaginario del cine erótico. Su propuesta de porno feminista, fue recibida con escepticismo, sin embargo, ha producido, escrito y dirigido cinco premiados largometrajes, realiza mes a mes nuevas grabaciones de X confessions; ha publicado cuatro ensayos traducidos a diferentes idiomas y una novela titulada La canción de Nora.