5 mitos del poliamor

Los límites de estas relaciones sentimentales son muy variados,  algunas parejas negocian experiencias de intercambio conocidas como «swinging» y otros forman vínculos estables entre tres, cuatro o cinco parejas amorosas simultáneamente

5 mitos del poliamor

Autor: CVN
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Los límites de estas relaciones sentimentales son muy variados,  algunas parejas negocian experiencias de intercambio conocidas como «swinging» y otros forman vínculos estables entre tres, cuatro o cinco parejas amorosas simultáneamente.

Esta última se denomina “poliamor”, relaciones en las que las personas tienen múltiples parejas a la vez con el pleno conocimiento de todos los involucrados.

Aunque este tipo de relación sentimental a pasado casi inadvertida, los psicólogos se han interesado en este inusual fenómeno. La primera Conferencia Académico Internacional del Poliamor se llevó a cabo el 15 de febrero 2013 en Berkeley, California. Y los estudios en curso están examinando desde cómo funcionan los celos en este tipo de relaciones hasta el comportamiento de los niños que viven con padres “poliamorosos”. Aunque hay mucho queda por aprender, los hallazgos iniciales están desmitificando algunas ideas acerca del amor.

Mito 1: La gente en una relación de poliamor está insatisfecha

Cuando alguien que tiene una relación estable se siente solo o busca sexo, es lógico asumir que algo falla con su pareja. Pero eso no parece ser el caso para individuos poliamorosos.

Melissa Mitchell, estudiante graduada en Psicología, llevó a cabo la investigación en la Universidad Simon Frasier en Canadá con 1093 personas poliamorosas. Los participantes enlistaron a su pareja principal y a su pareja secundaria. El promedio de la relación principal fue de nueve años y el de la secundaria, dos años y medio. Los voluntarios contestaron preguntas acerca de su grado de satisfacción en sus relaciones.

Mitchell y sus colegas encontraron que las personas se sentían más satisfechas, más cercanas y con mayor apoyo de sus parejas primarias, lo que sugiere que su deseo de tener una pareja secundaria tiene poco que ver con la insatisfacción en la relación. Y la satisfacción con la otra pareja no perjudicaba la relación primaria.

Las relaciones poliamorosas son relativamente independientes unas de otras. En nuestra cultura tendemos a asumir que si una persona cubre sus necesidades fuera de su relación, habrá algún tipo de efecto perjudicial, y eso no sucede aquí», explicó Mitchell en la Reunión Anual de la Sociedad para la Personalidad y la Psicología Social en Nueva Orleans.


Mito 2: Los poliamorosos viven en pareja



Muchas personas poliamorosas forman relaciones entorno a una pareja comprometida, donde cada persona que tiene relaciones paralelas. Pero el modelo de una pareja secundaria es una simplificación excesiva para muchas relaciones poliamorosas, dijo Bjarne Holmes, psicólogo de Champlain College en Vermont.

Yo diría que el 30 % o menos de la población poliamorosa piensa que tiene una pareja primaria. Una gran parte de la población dice «Yo no creo en esa idea de una pareja primaria o secundaria», dijo Holmes a Live Science.

Muchas personas poliamorosas se resisten a jerarquizar a sus parejas porque aseguran recibir diferentes cosas de sus distintas relaciones. También hay muchas personas que viven en tríos o cuarteos, en el que tres o cuatro personas tienen relaciones entre sí o con sólo uno o unos pocos miembros del grupo.

Lo que he encontrado es que en la realidad hay más configuraciones de dos machos y una hembra que viven juntos», afirmó Holmes.

Mito 3: El poliamor es una manera de evitar el compromiso

La investigación de Amy Moros, estudiante graduada de la Universidad de Michigan, encontró que las personas cuya relación implica poco apego emocional a menudo refieren que les gustaría tener una relación de poliamor, debido a que podrían tener los beneficios de la convivencia en pareja pero sin demasiado apego.

Unirse a una relación de poliamor pensando que no habrá ningún compromiso probablemente sería un grave error. Por una parte, la mayoría de las relaciones poliamorosas son muy serias y estables. Por ejemplo, Holmes señala que en su estudio hubo parejas principales con 40 años de matrimonio y parejas secundarias con 20 años de relación.

En segundo lugar, involucrados se comunican una y otra vez para garantizar que se cumplan las necesidades de todos y nadie se sienta celoso o abandonado en una relación que involucra a muchas personas.

Mito 4: El poliamor es agotador

Es cierto que las relaciones de poliamor toman mucho tiempo, dijo Elizabeth Sheffield, consultora legal y ex profesora de la Universidad Estatal de Georgia quien está escribiendo un libro sobre familias poliamorosas.

Incluso si sé es capaz de pasar tiempo juntos, darle a cuatro relaciones la cantidad de cuidado, amor y mantenimiento necesario puede ser un trabajo de tiempo completo», destacó Sheffield.


Pero al parecer, las personas que tienen una relación de poliamor exitosa aman el desafío. Los individuos en estas relaciones aseguran sentirse energizados por sus múltiples amoríos y afirman que su buen estado anímico se trasmite hacia los demás.

Alguien me dijo que el amor genera más amor», dijo Holmes.

Mito 5: El poliamor es malo para los niños

Una gran pregunta sobre el poliamor es la forma en que afecta a las familias con niños. La respuesta a eso no está del todo clara, ya que no se han llevado a cabo estudios masivos acerca de los resultados a largo plazo de los niños que crecen con padres poliamorosos.  Pero una investigación temprana sugiere que el poliamor no tiene que tener un impacto negativo en los niños. Sheffield ha entrevistado a más de 100 miembros de las familias poliamorosas, incluyendo docenas de niños de padres poliamorosos entre los 5 y 17 años de edad.

No obstante, los padres enumeran algunas desventajas de esta forma de vida para sus hijos, por ejemplo, los prejuicios del mundo exterior y el peligro que un niño tiene al apegarse a una de las parejas sentimentales de sus padres que más tarde podría abandonar la relación, por lo cual los padres poliamorosos son extremadamente cautelosos en la introducción de sus parejas a sus hijos.

Además, los niños entre los 5 a 8 años de edad rara vez son conscientes de que sus familias son diferentes de las demás. Los pequeños pensaron que los novios y las novias de sus padres se relacionaban de alguna manera con ellos mismos y no los vincularon directamente con mamá o papá, aseguró Sheffield.

Un niño de 6 años no piensa en alguien como el novio de mamá, sino que piensa en esa persona como «el que trae Legos» o «el que me compra helados”, dijo Sheffield.

Entre los 9 a los 12 años, los infantes se vuelven más conscientes de que sus familias son diferentes, pero la mayoría dice que la gente tiende a confundir los arreglos poliamor con familias mixtas o relaciones complejas modernas.

Los adolescentes de entre 13 a 17 años de edad tienden a adoptar un enfoque más frontal, es decir, “si crees que mi familia está mal me lo tienes que demostrar porque mi familia es correcta”, dijo Sheffield. Algunos de los adolescentes encuestados indicaron que considerarían el poliamor para ellos mismos y otros aseguraron no estar interesados en absoluto.

Tanto los padres como los niños consideran que existen ventajas en este estilo de vida. Para los padres, tener más de dos adultos que apoyen la crianza de los hijos puede ser un alivio. A pesar de que se quejaron de tenían demasiada supervisión, los niños también reportaron sentirse a gusto al tener varios adultos en quienes poder confiar. Asimismo, los menores hablaron acerca de las ventajas de crecer sabiendo que podían tomar sus propias decisiones acerca de cómo construir sus propias familias.

De acuerdo con Sheffield, los resultados probablemente son algo optimistas ya que las familias disfuncionales generalmente son menos propensas a formar parte de los estudios. Sin embargo, la falta de un traumatismo generalizado entre los hijos de las familias poliamor sugiere que este tipo de relación amorosa no es realmente mala para los niños.

Una de las principales cosas que esto me indica es que estas familias pueden ser muy buenas para criar niños. No necesariamente para todos, sino que pueden ser bueno dependiendo de cómo las familias funcionen», mencionó Sheffield.

Vía QUO

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