La Oficina de Supervisión de Servicios de la ONU (OIOS) ha reconocido la existencia de denuncias por abusos y violaciones de parte de los llamados ‘cascos azules’, un tercio de las cuales implicarían a niños.
A pesar de la prohibición expresa para los funcionarios de la institución de mantener relaciones a cambio de sexo, así como con la población local del lugar de destino, el borrador de la OIOS recoge 480 denuncias por abusos y violaciones ocurridas entre 2008 y 2013, en tanto que solo en 2014 hubo 51 casos.
El documento se basa en las entrevistas realizadas a cientos de mujeres en Haití y Liberia que, según han relatado ellas mismas, se dedican a la prostitución empujadas por la miseria.
«Las evidencias recogidas en estas dos misiones de pacificación demuestran que las transacciones sexuales son algo común pero no reportado» a la sede de la organización internacional, ha concluido el informe, fechado el 15 de mayo.
«El número de preservativos distribuidos y el número de trabajadores que se han sometido voluntariamente a pruebas confidenciales de VIH sugieren que las relaciones sexuales entre el personal de las misiones de pacificación y la población local son algo rutinario», ha añadido.