Premio Nóbel de la Paz hace que llueva sobre lo mojado en Haití

Cual doctrina del shock, el terremoto de Haití está siendo aprovechado por EEUU para militarizar el caribe


Autor: Mauricio Becerra

Cual doctrina del shock, el terremoto de Haití está siendo aprovechado por EEUU para militarizar el caribe. Mientras el resto de los países se concentra en ayuda humanitaria y de rescate, Obama ya suma 11 mil los soldados enviados a la isla.

Estados Unidos prácticamente invadió Haití tras el reciente terremoto. Por cierto el nivel de desorden y desgobierno debe ser gigantesco y la necesidad de orden ha de ser equivalente. Por ello, el principio central que debe orientar el trabajo de la comunidad internacional con relación a la ayuda, es organizarse de acuerdo a donde mas se necesite y entregar conforme sea esa necesidad. Lo anterior resulta prácticamente imposible realizarlo desde el propio gobierno haitiano y en consecuencia, es razonable concebir la estructuración rápida de un modelo que permite cumplir ese propósito por quienes hoy prestan ayuda.

No obstante, el terremoto que antecede la decisión de Estados Unidos de enviar alrededor de once mil efectivos, pareciera ser un verdadero regalo que la Naturaleza puso en sus manos. Es decir, no están ayudando, están controlando. Mientras tanto otros, como Chile, aportan médicos, alimentos, bomberos, etc. dándole un sentido más solidario y desinteresado a la ayuda humanitaria.

Lo verdaderamente complejo de esto son dos temas. Primero, la dimensión del desastre se multiplica por ser Haití el país mas pobre de América. De haber tenido más recursos, construcciones más sólidas, unidad interna, mejores condiciones sanitarias, no cabe duda alguna que el impacto del terremoto habría sido menor. Por ende, no estamos ante los efectos de un desastre natural solamente sino ante un desastre humano. Ese desastre humano no tiene su origen en la corrupción ni en la raza. Estados Unidos es un país mucho más corrupto y ello no impide su desarrollo y es gobernado igualmente por un negro. Sin embargo, ¿quien gobernó Haití durante casi todo el Siglo 20? Estados Unidos invadió y ocupó Haití desde 1915-1934, país que luego tuvo un dictador puesto y apoyado por ellos (Duvalier). Así fue como Haití se hizo pobre, estando dominando y sometido. Alguien podría preguntarse qué puede dar Haití a un país tan rico como Estados Unidos y la verdad es que la respuesta no siempre es tan evidente pero dice relación con la apreciación geopolítica que hace Estados Unidos del Caribe y la necesidad por tanto, de controlar rutas y posiciones geográficas. En consecuencia, la pobreza de Haití no es resultado del azar y la trágica situación que se vive hoy pudo haber sido mucho menos dramática sin la anterior intervención estadounidense. Lo que Haití necesita no son más marines sino ayuda desinteresada y el respeto por su soberanía.

El segundo tema es que estamos hablando de territorio militar jurisdiccional de la IV Flota resucitada a mediados del 2008. Un portaaviones de esa Flota, y tienen 10, cuesta seis mil millones de dólares. Con tres, y repito, tienen 10, se gasta mas que el PIB completo de Haití. El despliegue de tropas militares es totalmente innecesario del punto de vista del desastre humanitario, no así del punto de vista de la geopolítica estadounidense. Es decir, seguimos con demostraciones de fuerza y no deja de llamar la atención la cercanía de Venezuela, Nicaragua y por supuesto Cuba, que en vez de enviar tropas, ha enviado médicos.

A un año de la asunción de Barack Obama y algo más de un mes de que recibiera el Premio Nóbel de la Paz, Estados Unidos desplegó más tropas en Afganistán y ahora ha desplegado marines en Haití. Ambos países pobres, alejados del desarrollo, permanentemente intervenidos desde el exterior cuyos destinos han sido amedrentados por el lugar físico que ocupan en la Tierra. Si tan solo se destinara lo que los países ricos se obligaron a aportar, el 0,7% del PIB para el desarrollo, y lo hicieran sin condiciones leoninas que atentaran contra la independencia y la soberanía, no habría que lamentar tantas muertes y no sería necesario enviar tropas. La historia de las relaciones internacionales no conoce ejemplo alguno de intervención militar unilateral para una tragedia como un terremoto.

Resulta difícil de creer que un Premio Nóbel de la Paz, cualquiera que sea, comparta una iniciativa de estas características y constituye una señal muy negativa para la comunidad internacional y en especial latinoamericana, esta actuación unilateral de Estados Unidos. Mientras en Haití, miles de latinoamericanos actúan de forma ejemplarmente solidaria, intentando dar lo mejor de si a un pueblo empobrecido con un espíritu de cooperación y un sentido humanitario pocas veces visto en la historia moderna, el principal responsable aprovecha la ocasión para azotar Haití una vez más y hacer llover sobre lo mojado.

Carlos Arrué

Cientista político

El Ciudadano


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