«Reconciliación Nacional habrá cuando los culpables pidan perdón»

Ex presos políticos detenidos en la 3ª Comisaría

«La huelga sigue compañeros»» así reafirmaban esta mañana un grupo de huelguistas, ex presos políticos de Concepción, que están resistiendo en la sede del CODEPU  para seguir dando fuerza al movimiento desde Santiago.

Hicieron un llamado para que, por lo menos, un huelguista de cada uno de los comites activos en estos momentos en Iquique, Valparaíso, Concepción, Osorno y Magallanes, se traslade físicamente a Santiago y juntos formen una plataforma representativa, indestructible e ineludible.

Están cansados, son adultos mayores, están enfermos y sin embargo, están llenos de fuerza y ganas de luchar hasta conseguir sus objetivos, seguros de que ninguna de las generaciones posteriores es capaz de dar una batalla tan dura como las que ellos son capaces de dar.

Reconocen estar cansados y tener días difíciles, pero son concientes de que es necesario llegar hasta las últimas consecuencias, porque sólo así conseguirán lo que les corresponde. Saben que un bono de un millón no les soluciona la vida, ni mucho menos. Saben que ha habido varios intentos por parte de políticos, de intentar bajarlos de la huelga de hambre, que ya cumple 60 días en el caso del grupo de Osorno.

Crónica de un desalojo

Hoy vuelven a alzar la voz tras el desalojo que sufrieron el sábado, de la sede del partido Socialista, desde donde nunca pensaron salir por la fuerza, apresados y directo a un autobus de Carabineros en calidad de detenidos, con destino a la 3ª Comisaria.

Con un nudo en la garganta, cuentan que les parecía haber vuelto al pasado, a un tiempo de represión que en su memoria sigue vivo, pero que pensaron ya no vivirían más, en lo que se supone es un Chile democrático.

Quienes decomisaron el material de protesta y documentos que llevaban, fueron militantes del Partido Socialista, «tomaron nuestros documentos, pancartas y pendones y dijeron que tenían la orden de quemarlos».

Una vez, camino a la Comisaria, comenzaron a cantar: «venceremos» unos conocían mejor la letra que otros, pero todos alzaron la voz sin miedo en el corazón.

Presente

Los huelguistas se sienten víctimas de políticos que les han prometido cosas y no las han cumplido; traicionados por personas que son hijos de padres con historias similares a las de ellos y que sin embargo, no han tenido la empatía de solidarizar con su causa.

No se sienten conformes con la mesa actual de negociaciones, con la promesa del bono que excluye a viudas y a más de 20 mil personas que fueron víctimas políticas, perseguid@s y torturad@s y que la Comisión Valech avala.

Un médico los visitó mientras El Ciudadano estaba presente, alguno tiene cáncer, otros problemas propios de la edad, pero están convencidos que si no dan la pelea hasta el final, no lograrán sus objetivos…ojalá los culpables pidieran perdón , ojalá la presidenta Michelle Bachelet cumpliera su programa de Derechos Humanos. Reconocen que Chile necesita muchas cosas, que hay muchos problemas y creen que parte de la solución es hacer justicia con ellos, tratarlos con dignidad y respeto, recordar, cultivar la memoria, para que no se sigan cometiendo abusos, para que no los sigan ocultando y desalojando, para que dejen de hacerles promesas, con el fin de conseguir un voto y de una vez puedan vivir libres y en justicia en el país por el que siempre han luchado.

No tienen miedo, no tienen insignia. Somos Allendistas, dicen y al mismo tiempo y con tristeza, denuncian que ahora son víctimas de una dictadura civil, donde algunos han querido comprarlos con dinero y quebrar el movimiento. «Aquí empezamos (Santiago) y aquí terminamos, hasta que exista una verdadera reconciliación nacional y eso pasa porque los culpables pidan perdón»declara Miguel Tardor.

«Dignidad, Verdad  y Justicia, eso es lo que queremos» declaraba con fuerza y convicción Gabriel Montalba, quien a pesar de su estado de salud, sigue resistiendo más de 50 días en huelga de hambre.

No quieren mesa de negociación, quieren que la Presidenta los reciba, los escuche, los mire a la cara y lleguen a un acuerdo.

Documentos y pancartas incautadas