En días recientes los medios de comunicación reiteradamente han hecho énfasis sobre lo que ellos llaman “crisis política en Ecuador”, haciendo mención a una serie de protestas que la derecha de ese país ha realizado debido a la iniciativa del presidente Correa en presentar el proyecto de Ley de Herencia el cual busca reducir la concentración de grandes capitales en pocas manos, lo que ayudaría a combatir los niveles de pobreza extrema ya que más del 90 % de la riqueza nacional se encuentra concentrada sólo en 2 % de las familias ecuatorianas.
Ahora bien más allá de esto ¿Cuáles son las razones por las que realmente está siendo atacado el mandatario ecuatoriano? Desde el año 2007, Rafael Correa asumió la presidencia de la República con la bandera de la Revolución Ciudadana la cual ha arrojado resultados de un evidente crecimiento económico y una significativa reducción de la desigualdad. Esto trajo como consecuencia altos niveles de estabilidad política alejando del sistema político la visión neoliberal y la injerencia extranjera, siendo el respeto a la soberanía y autodeterminación determinantes en este gobierno.
Correa vino a romper con la ola neoliberal que atacó a la región latinoamericana en los años 90 donde prevaleció la llamada quiebra del sistema financiero con la pérdida de la moneda nacional, además hay que recordar la inestabilidad política que generaron presidentes de derecha que fueron destituidos como Abdalá Bucaram (1997), Jamil Mahuad (2000), y Lucio Gutiérrez, (2005). El Presidente Correa llega con su bandera constituyente como una luz de esperanza para este pueblo que estaba sumido en la debacle económica y en la falta de gobernabilidad marcada por mandatarios que, al igual que en muchos países de la América Latina, seguían los lineamientos del Fondo Monetario Internacional.
El Presidente Correa, tomando como referencia el proceso bolivariano protagonizado por Hugo Chávez, toma la bandera constituyente con el fin de promover el rol determinante del Estado, la ruptura de los Tratados de Libre Comercio, el impulso de políticas sociales a los que históricamente han estado excluidos, abrir la cartera de créditos a los micro empresarios y facilitar el acceso a la vivienda con tasas preferenciales. Es importante conocer que desde la llegada a la presidencia del mandatario ecuatoriano, se han promulgado leyes que traen, en su mayoría, beneficios para la población, las cuales son garantía de los derechos humanos, además de ser garantes de la organización eficiente del Estado, y promotoras de la participación y pluralidad reivindicando el concepto de democracia participativa pisoteada por los gobiernos neoliberales.
Algunos indicadores hablan del avance que ha tenido la Revolución Ciudadana, incluyendo la disminución de la pobreza, según cifras oficiales publicadas por Telesur, de un 37,5% a 22,5%; pobreza extrema de 16,5% a 8,5%; pobreza urbana de 24,3% a 16,4%; pobreza rural de 61,3% a 35,3%, reducción de la desigualdad de un 42% a 22%. En el período de 2007 al 201, se asignaron diez mil 482 becas a estudiantes y se destinaron más de mil millones de dólares para nuevas universidades. Ecuador creció en promedio del PIB un 4,3 por ciento entre 2007 y 2014, además de mantener bajos limites de inflación registrando en el año 2014 una inflación anual de 3,67% frente al 2,70% de 2013.El salario básico, antes de la Revolución Ciudadana, era de 160 dólares y ahora es de 370 dólares (fuente Telesur, basados en el Instituto Nacional de Estadística y Censos, INEC), entre otros indicadores, que por sí solos hablan de la eficiencia en la gestión.
En su afán de defender su soberanía y autodeterminación, el presidente Correa en el año 2008 decidió la no renovación del convenio por el que EE.UU “utilizaba desde 1999 el puerto pesquero de Manta (sureste) para interceptar vuelos del narcotráfico”, reafirmando con esto su política en la defensa de la soberanía y la integración regional. Rafael Correa realizó, en varias ocasiones, denuncias sobre lo que en realidad pasaba en la base de Manta y la abogada Eva Golinger manifiesta en su artículo titulado Ecuador: otro golpe made in USA: “el Pentágono realizaba misiones de espionaje, inteligencia y reconocimiento de toda la región. Manta garantizaba un espectro amplio desde el Comando Sur en el estado Florida en EE.UU hacia sus bases operativas en Comalapa, El Salvador, Aruba y Curazao, y hasta su presencia militar en Ecuador y Colombia”.
Además de esta decisión, el mandatario ecuatoriano comenzó su acercamiento con presidentes progresistas de la región y abrió su abanico de relaciones hacia el mundo multipolar con el acercamiento a Irán, Rusia, China y otros países que no son subordinados a la hegemonía estadounidense.
Todo esto trajo como consecuencia que en el año 2010 se intentara un golpe de Estado contra su gobierno constitucional, que, amparándose en una protesta de cuerpos policiales que, pidiendo beneficios, quisieron acorralarlo siendo agredido con gas lacrimógeno y secuestrado en el hospital cercano a la zona de protesta. El presidente denunció el intento de golpe de Estado, al tiempo que los policías tomaban la sede de la Asamblea Nacional, y había una fuerte represión contra los simpatizantes del presidente, que pedían su liberación.
Otra razón por la cual vienen los ataques al mandatario Rafael Correa, es la proyección que ha tenido como presidente pro tempore de la CELAC. Desde ese espacio ha impulsado las políticas integracionistas y soberanas de nuestra región dejando claro que la CELAC es un espacio libre de hegemonías, donde el pensamiento progresista debe tener como objetivo principal la reducción de asimetrías y el bienestar de los pueblos ha sido la finalidad primordial. Ha sido un éxito para nuestra región la última Cumbre CELAC – UE, en ella el mandatario ecuatoriano dejó claro que “la nueva clase de cooperación que necesita América Latina y el Caribe, una región (…) de medianos ingresos en general (…) ya no es la escuelita, el camino vecinal, el sistema de agua potable para una comunidad indígena. Es básicamente el apoyo para crear una masa crítica de talento humano”. El Presidente Correa es la voz fuerte de la CELAC, el cual lleva la bandera bolivariana a estos espacios reivindicando a los pueblos más necesitados y exigiendo soluciones reales a la pobreza, subrayando que la “pobreza no es fruto de la falta de recursos, sino de la inequidad entre las clases”.
Es evidente que la injerencia extranjera y las intensiones neocolonialistas se ven reflejadas en las protestas planificadas por la derecha ecuatoriana, esto con la finalidad de proseguir con los ataques a los gobiernos que cuentan con líderes progresistas en nuestra región, siendo el Presidente Rafael Correo el ideólogo por excelencia de la Revolución Ciudadana que busca, desde sus objetivos, el mayor bienestar posible para su pueblo, defendiendo con fuerza su soberanía y autodeterminación.
por Aidiana Martínez / analista internacional
@aidiana09
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