Estudio concluye que AFPs esquilman a cotizantes

En los 27 años de existencia de las AFPs, la tasa interna de retorno para los afiliados es de un 2,2% al año, muy por debajo del 8,5% de rentabilidad promedio que dice tener el fondo de pensiones, concluye un estudio del CENDA divulgado este viernes


Autor: Mauricio Becerra


En los 27 años de existencia de las AFPs, la tasa interna de retorno para los afiliados es de un 2,2% al año, muy por debajo del 8,5% de rentabilidad promedio que dice tener el fondo de pensiones, concluye un estudio del CENDA divulgado este viernes. Se estima que las AFP y compañías de seguro se embolsan uno de cada tres pesos cotizados por los afiliados.

En los últimos 27 años los afiliados y el fisco aportaron al sistema provisional 50,7 billones de pesos y recibieron pensiones y otros beneficios de las AFP y compañías de seguros por 14,5 billones. Así lo indica el estudio ‘Resultados para sus afiliados de las AFP y Compañías de Seguros Relacionadas con la Previsión’, desarrollado por el Centro de Estudios Nacionales de Desarrollo Alternativo, CENDA, que acaba de ser actualizado a diciembre del 2008.

Uno de los realizadores de dicho estudio, el economista Manuel Riesco, comenta que “las cifras del balance son contundentes: entre 1981 y 2008 los afiliados y el fisco aportaron al sistema 50,7 billones de pesos y recibieron pensiones y otros beneficios de las AFP y compañías de seguros por 14,5 billones, para terminar con un fondo de 46,2 billones, lo que arroja una revalorización neta de 9,9 billones.

La cifra incluye los subsidios fiscales, principalmente bonos de reconocimiento, que equivalen a 8,6 billones de pesos, concluyendo el estudio que “las AFP y aseguradoras financiaron el 60 por ciento de los beneficios totales que pagaron con este subsidio fiscal”.

Riesco resalta que si consideramos los aportes netos realizados a lo largo de 27 años, la tasa interna de retorno para los afiliados resulta ser de apenas 2,2 por ciento al año, bastante por debajo del 8,5 de rentabilidad promedio que exhibe el fondo de pensiones.  Es decir, el grueso de la rentabilidad del fondo se lo embolsan las AFP y las Cías de seguros.

En cifras: Las AFP se embolsaron 5,4 billones en comisiones de administración y las compañías de seguros 7,1 billones en primas netas. La suma de ambas cifras da un total de 12,5 billones de pesos traspasados a la propiedad de estas empresas.

La cifra anterior equivale al 33,43 por ciento de las cotizaciones obligatorias, las que sumaron 37,4 billones de pesos en el período. “En otras palabras, las AFP y aseguradoras se han embuchado uno de cada tres pesos cotizados obligatoriamente por los afiliados”- destaca la investigación del CENDA.

“Por eso la rentabilidad real baja tanto en relación a la que obtiene el fondo”- destaca Riesco.

El mismo cálculo hecho en abril del 2009, demostró que a esa fecha los afiliados cotizaron 27,9 billones de pesos, aportando el fisco poco más de 9 billones de pesos. El sistema pagó hasta ese momento pensiones y otros beneficios por poco más de 9 billones, es decir, los financió casi todos con subsidios fiscales. Puesto que el fondo a fines del 2006 sumaba 45 billones de pesos, ello significa que la revalorización neta del mismo aportó 18 billones de pesos en ese período.

PÉRDIDAS POR LA CRISIS ECONÓMICA

EL CENDA además monitorea las pérdidas diarias de los fondos de pensiones desde que se desatara la crisis económica, en julio de 2007. “La revalorización neta se redujo el 2008 en 15,5 billones de pesos, equivalentes a más de 30.000 millones de dólares de hoy”- cuenta Riesco. La cifra equivale al 60 por ciento de lo que habían acumulado en revalorización hasta fines del 2007.

El informe muestra también que las pérdidas durante la crisis fueron aún mayores, puesto que éstas empezaron a mediados del 2007 y se prologaron hasta marzo del 2009.

El 25 de julio del 2007 los fondos de pensiones chilenos administrados por las AFP alcanzaron su valor máximo de 53,8 billones de pesos (equivalentes en ese momento a 104.060 millones de dólares). Desde aquel día comenzaron un acelerado descenso, las que exactamente hace un año llegaron a 18.8 billones de pesos, cifra que equivale a todo el trabajo de las AFP desde 1981 hasta 2006.

En noviembre del 2008 la Superintendencia de Pensiones reconoció que las pérdidas de las AFPs fueron de más 25 mil millones de dólares, lo que representaba a la fecha más de una cuarta parte del total. Esto afectó principalmente los fondos B y A, donde se encuentra más de la mitad de los afiliados, los que llegaron a perder más de un tercio y poco menos de la mitad de su valor, respectivamente.

A afiliados a las AFPs de mayor edad, de igual forma les afectó la crisis. En marzo del 2009, dicho centro de estudios calculaba que unas 73.810 personas mayores de 55 años que mantenían sus cuentas en los fondos A y B, les afectó dicho recorte.

Otras 246.958 personas de la misma edad que mantenían a la fecha sus cuentas en el fondo C, perdieron más de un quinto de su valor.

Pese a ser menos riesgosos, la crisis igual afectó a los fondos colocados en el tipo D.  CENDA calcula que a marzo del 2009 el fondo D había perdido un 12% desde el inicio de la crisis. Un 60% de las personas mayores de 55 años tiene sus ahorros en este tipo de fondos.

El informe de enero del 2009, agrega que si bien la recuperación de los fondos desde marzo del 2009 en adelante, ha reducido las perdidas más o menos a la tercera parte, “tiene bases muy febles, porque se sustenta en la burbuja que se ha formado en los mercados emergentes”.

RECOMENDACIÓN DE LA OIT

En estudios anteriores, el CENDA ha demostrado que la privatización del sistema de pensiones perjudicó a las mujeres, puesto que las AFP les ofrecen una pensión que es un 30% inferior a la de los hombres con el igual fondo y edad.

La actual ley del embudo del sistema provisional, que mantiene grandes márgenes de ganancia para las AFPs y exiguas pensiones para la mayoría de los afiliados, ha sido objeto de cuestionamiento por parte de organizaciones internacionales.

Así ocurrió en la 98a reunión de la Conferencia Internacional del Trabajo, que sesionó en Ginebra, Suiza, en junio del 2009, donde al analizarse el sistema provisional chileno se señaló que el país es uno de los pocos casos que han presentado incumplimientos serios de las normativas de la OIT, específicamente en lo referido a la seguridad social, como consecuencia de la privatización del sistema de pensiones.

En dicha oportunidad, la OIT evacuó un informe que en donde se señala que “el Comité observa que las discusiones en este caso manifestaron su preocupación acerca de la viabilidad del esquema de pensiones privados establecidos por el Decreto Ley Nº 3.500 de 1980 en condiciones de la crisis financiera y económica en curso, al igual que preocupación con el hecho que por muchos años el Gobierno ha venido ignorando aparentemente las recomendaciones de reformar el esquema sobre la base de los principios establecidos por el Órgano Directivo”.

El Ciudadano

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