En la ruta de Trancemission

Me llamo Iván Molina, batería de Trancemission, banda con cinco músicos experimentados del indie nacional: Rod Astaburuaga en guitarra y voz (Camión, Casino, The Ganjas); Sam Maquieira (Versions, The Ganjas, Yajaira); Pablo Giadach (Casino, The Ganjas); y Pablo Rogers de Camión, junto a quien escribe


Autor: berenguer

Me llamo Iván Molina, batería de Trancemission, banda con cinco músicos experimentados del indie nacional: Rod Astaburuaga en guitarra y voz (Camión, Casino, The Ganjas); Sam Maquieira (Versions, The Ganjas, Yajaira); Pablo Giadach (Casino, The Ganjas); y Pablo Rogers de Camión, junto a quien escribe. En agosto lanzamos “5” por Discos Tue Tue. Nuestro primer disco, que presentamos en vivo en Santiago, en el Club Mist, para salir de gira relámpago al sur; recorriendo Chillán, Concepción, Temuco, Lanco y Valdivia, en el formato Panamericana Rock.

Partimos de Orange (cuartel general), en Providencia, el jueves 3 de septiembre. Primero a Chillán. Vamos en la van Algorecords, sello hermano y el transporte obligado de la pandilla. Sam muestra “Buick Mackane” de T. Rex, a ver si nos animamos a tocarla de una. Llevamos todo el equipo necesario, y en el Bar 13 Lunas, Cristóbal nos recibe como familia. Amigo de todos, aperra como uno. Expedita prueba de sonido, pizza y a tocar. Quedamos felices, ¡T. Rex salió increíble! Primera show un jueves en el local, y fue un éxito. Llega Basura Machuca, amigo de años. Postshow eterno, buena onda, pero hay camino por recorrer.

En la mañana llega Alvarito Gómez, chofer oficial. Vamos a Concepción, al popular Mestizo. El temporal nos empapa. Chaskón tiene listo el local, y nos atiende como hermanos. Esperamos con tele en la pensión, nos reímos hasta que nos echan. Abre Kayros, gran cuarteto, aplaudimos a rabiar. La tocata está de pelos, el público de Conce sabe porqué elige ir a ver una banda, y reconoce nuestra compenetración e intensidad en vivo. Todo fluye como las proyecciones sicodélicas de República Portátil, que explotan líquidas atrás del escenario.

Dormir repartidos y correr a Temuco, ya que tocamos temprano por el fútbol. Nos recibe Christian, de Alborde.cl. Comemos, probamos, abren los locales La Mina 6, y ¡subimos a reventarla! Tres bises, no hay más material que mostrar. En Temuco, la gente la lleva. Si le gustas, te lo demuestra, ¡y eso va y viene in crescendo de lujo!

Desarmar y partir a dormir en Lanco, donde nos hospedan Héctor y Eduardo, de la Asociación de Rock, pioneros. Cabaña y paisaje de cuento, ¡comida casera sureña! Participamos de “Lanco Tierra Sonora”, con Philipina bitch -donde también participo-, Henry Vallejos, y De Jacques Du Nand. No hay buen sonido -nos afecta más con Philipina- y llega poca gente, pero Trancemission está a 100%, honestamente. Venimos con mucho rodaje, ¡disfrutando cada fecha a mango!

A culminar en Valdivia. Llegamos la misma noche a Niebla -playa donde vivo-. Lunes libre, y, martes, cierre en Ocio Restobar, donde Juan -amable y jugado dueño- debe enfrentar a la ley sin éxito, quienes terminan cercenando el final del concierto. Pero no pueden borrar lo recorrido, lo compartido, ni la estupenda sonrisa que inunda nuestros corazones al otro día, de regreso.

Gracias a todos quienes hicieron posible este sueño, y les invitamos a seguir construyendo juntos la Panamericana Rock, ¡Ruta de la Música en Vivo!

Por Iván Molina

Baterista de Trancemission

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