En conversación con el programa Semáforo de Radio Universidad de Chile, el destacado poeta mapuche llamó a la integración de los pueblos, dejando atrás las diferencias instaladas por el modelo económico.
El destacado poeta Elicura Chihuailaf hizo un llamado a eliminar las fronteras que dividen a la sociedad chilena con la mapuche. Principalmente, por la conexión que marca la existencia de las dos sociedades.
Previo a un nuevo We Tripantu (Año Nuevo mapuche), el poeta aseguró que todos los pobladores deben enfrentar el mismo tipo de dificultades, al hacerle frente a un modelo instaurado por intereses de unos pocos y que está devastando el territorio.
“Hay dos culturas, o muchas culturas aquí en este país aún llamado Chile que, en el sentido más profundo, no se diferencian”, afirmó. Esto porque deben hacer frente a “una realidad tremenda, terrible, que es cada vez más evidente: el cómo se destruye la naturaleza, cómo un grupo pequeño de familias, que son cada vez más acaudaladas y, por lo tanto, más feroces, nos están imponiendo una realidad que año a año deja consecuencias como la contaminación de las aguas o la desaparición de los bosques nativos”, argumentó.
Una solución para ello es que la sociedad chilena asuma su condición de morenidad, su identidad, para derribar en conjunto la separación imaginaria entre pueblos que no la ha levantado la gente, sino “los grupos de poder”.
Si bien el poeta reconoció avances en el acercamiento y destacó los puntos de encuentro entre las culturas, aseguró que es necesario que chilenos actúen “con más celeridad” y pensamiento crítico para cuestionar los elementos estructurales del Estado como, por ejemplo, la centralización y sus discursos fundacionales.
“Incluso en su sistema de regionalización actual el Estado no da facilidades al pueblo chileno”, dijo haciendo una reflexión sobre los conceptos que se tratan de imponer sobre la realidad nacional. En ese sentido, recordó que para el Centenario se realizó un extenso documento donde se presenta al mundo y en el que, en síntesis, se afirma que Chile es un país de blancos, donde no fue necesaria la importación de negros y donde la presencia de lo indígena, al sur del país y en las más bajas capas del pueblo, es visible sólo al ojo del experto.
“Este texto sigue vigente” afirmó Elicura Chihuailaf, para quien en este tipo de pensamientos entregan directrices ideológicas para continuar con una línea de desarrollo sustentada en un concepto unívoco, una senda de progreso que se basa en la exclusión, depredación de la naturaleza y la fragmentación de la vida.
Fuente: Diario y Radio U.Chile