Partió proceso unitario de fuerzas sociales y políticas alternativas al régimen actual

En una asamblea fundacional, que tuvo lugar en el salón de actos de la CENTRAL UNITARIA DE TRABAJADORES, CUT, el sábado 7 de junio, el MOVIMIENTO PARA LA DEMOCRACIA Y LA JUSTICIA SOCIAL dio la partida a un proceso unitario de líderes sociales y políticos y agrupaciones de distinta matriz ideológica que coinciden en la […]


Autor: Director

En una asamblea fundacional, que tuvo lugar en el salón de actos de la CENTRAL UNITARIA DE TRABAJADORES, CUT, el sábado 7 de junio, el MOVIMIENTO PARA LA DEMOCRACIA Y LA JUSTICIA SOCIAL dio la partida a un proceso unitario de líderes sociales y políticos y agrupaciones de distinta matriz ideológica que coinciden en la necesidad de superar el régimen vigente en Chile mediante un profundo proceso de democratización de la sociedad y del Estado. En el inicio de la Asamblea, presidida por Alejandra Botinelli, Patricio Munita y Gustavo Ruz, se escucharon los saludos del senador Nelson Ávila, del abogado Hernán Bosselin, dirigente del recientemente creado Movimiento Socialcristiano y del ex Ministro del Presidente Allende, Humberto Martones. En la introducción al debate, Gustavo Ruz ofreció una breve síntesis del documento titulado: «A POTENCIAR TODA LA VOLUNTAD UNITARIA, SOBERANA Y LIBERTARIA DEL PUEBLO CHILENO», que recibió un fuerte y unánime respaldo de los presentes. El texto desarrolla una crítica radical al régimen vigente y advierte que “El rumbo actual, que ha significado exclusión, ignorancia, humillación y desesperanza para millones de compatriotas, nos conduce a un abismo de confrontación y crisis que hace inviable cualquier proyecto de desarrollo nacional” y agrega que “Si la Concertación sigue apegada a la actual Constitución Política que se nos impuso en 1980 bajo Estado de Sitio, no es sólo por “culpa de la derecha” sino porque su núcleo dirigente ha optado por disfrutar de los privilegios que consagra el viejo orden antes que arriesgarse a perderlos en un proceso genuinamente democrático que reconozca la participación soberana del pueblo”, ante lo cual “El cambio de rumbo es un imperativo histórico, ético y político que, como ciudadanos y ciudadanas, no podemos soslayar. Con los gigantescos recursos naturales y la voluntad unitaria y soberana de nuestro pueblo es posible alcanzar un presente digno y un futuro de paz, bienestar y solidaridad en armonía e integración con los pueblos hermanos de América Latina.” Concurrieron a este llamamiento, entre otros, Luis Mariano Rendón y Fabián Alvarado y Galy Chávez, de la Red Ecológica de Chile; Patricio Cid, de las Asambleas Populares; José Aravena de la Corporación Urracas, los dirigentes del magisterio Jorge Pavez, Darío Vásquez, Jenny Assael y Clotilde Soto, los ex Presidentes de la CUT Oscar Núñez Bravo y Etiel Moraga, los dirigentes del movimiento SURDA Cristian Jamett, Wladimir Valenzuela, Carolina Guzmán y Valentín Aguilera, los representantes de ESOPO, Jorín Pilowsky, Alfredo Estrada, Patricio Valenzuela y Adriana Vega, las dirigentes del Colegio de Enfermeras Gladys Corral y Celsa Parrau, los representantes de Fuerza Social y Democrática Juan Olave, Eugenio Durán y Domiciano Soto, los académicos Patricio Quiroga y Salvador Dides, el dirigente social Roberto Fernández, entre otros. Junto al saludo del ex Presidente de la Federación de Asociaciones Chilenas en Argentina, Carlos Méndez, se leyeron también los mensajes de militantes socialistas residentes en Francia, Australia, España y México. En el transcurso del debate se estableció un fuerte consenso programático, sobre la base de que “el Estado debería ser el representante de los intereses de la ciudadanía en su conjunto y, por lo tanto, jugar un rol principal en los planes de desarrollo, diseñando, planificando y coordinando las tareas en el ámbito de la economía, la educación, la cultura y en todo lo concerniente al bienestar, la armonía social y la protección ambiental, sin desconocer el aporte y la importancia del capital y la iniciativa privada.” Manifiesta también su “firme adhesión a los principios establecidos en la Declaración Universal de los Derechos Humanos y los otros instrumentos aprobados por el Sistema de las Naciones Unidas en relación a los derechos económicos y sociales, de la mujer, de los niños, de los pueblos indígenas, etc. En esa dirección, el MDJS hará causa común con todos los sectores que impulsan la convocatoria a una Asamblea Constituyente que redacte una constitución política genuinamente representativa de la soberanía popular. Respalda también la lucha por la recuperación del cobre en manos de las empresas transnacionales y compromete su apoyo a las luchas de los pueblos latinoamericanos y al proceso de unidad e integración en el subcontinente. Parte significativa del debate se destinó a subrayar el carácter unitario del movimiento. Al respecto se planteó que “El camino propio, el sectarismo y el mesianismo, no sirven para doblegar la resistencia de los poderes fácticos. No hay otro camino de victoria sino el de la unidad para alcanzar una fuerza social y política realmente influyente en el destino del país.” Más adelante demanda el respeto a la autonomía de las organizaciones sociales, denunciando su manipulación por cualquier instancia o grupo. Al mismo tiempo favorecerá la coordinación en red de las más diversas organizaciones en torno a áreas comunes de problemas o intereses.” La Asamblea Fundacional del MDJS se prolongó hasta después de las 20 hrs., adoptando decisiones relativas a IDENTIDAD Y PRINCIPIOS PROGRAMATICOS, INSERCIÓN EN LA MOVILIZACIÓN SOCIAL Y POLÍTICA y ORGANIZACIÓN Y METODOS DE TRABAJO. En la plenaria final, se resolvió impulsar la formación de colectivos de base en las diversas regiones del país, buscar los mayores entendimientos posibles con personas y agrupaciones afines a una perspectiva unitaria y convocar a una nueva Asamblea Nacional en los próximos 90 días.


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