Los diputados de la DC Fuad Chahin y Sergio Espejo señalaron que el proyecto de ley que sanciona con cárcel el delito de colusión se está analizando en la Comisión de Economía, el que ha recibido numerosas indicaciones.
Asegurando que “fallos como el que estamos presenciando, a raíz del caso de colusión en las farmacias, no estarían ocurriendo si tuviéramos aprobada ya la nueva ley, que califica a la colusión como el más grave de los delitos contra la libre competencia”, los diputados DC instaron a las diversas bancadas a aprobar esta iniciativa que pronto estará en Sala para su ratificación.
Así lo precisaron los diputados DC Fuad Chahin y Sergio Espejo, integrantes de la comisión de Economía, quienes, junto a los diputados Marcelo Chávez, Jaime Pilowsky e Iván Flores, presentaron a comienzos de este año al Ministro de Economía, una batería de proyectos anticolusión, enfatizando la necesidad de modificar “con urgencia” el marco legal actual, calificándolo de “absolutamente insuficiente “.
Desde abril del 2009 está en la Cámara de Diputados un proyecto de ley que vuelve a incorporar sanciones penales a las prácticas de colusión. Vale recordar que fue durante el gobierno de Ricardo Lagos, cuando crea el Tribunal de la Libre Competencia, se eliminó la penas de cárcel a la colusión.
Al respecto, el diputado Sergio Espejo señaló que “contrariamente a lo que ha señalado el presidente del Tribunal de Defensa de la Libre Competencia, quien ha argumentado que la actual legislación es suficiente para prevenir y sancionar la colusión, este fallo de las farmacias nos demuestra la urgencia de aprobar pronto el proyecto en trámite, que eleva las multas y sanciona penalmente la colusión, como el delito más grave contra la libre competencia”.
El diputado Fuad Chahin, en tanto, señaló que la DC introdujo modificaciones al proyecto, destacando la opción de supeditar el acceso a los beneficios de la delación compensada a la indemnización de los perjuicios ocasionados por la conducta. Esto, como solución para los afectados por los hechos. Además, plantearon -a diferencia del Ejecutivo-, que las multas en casos de colusión deberían calcularse a partir de las ventas totales de los agentes coludidos.
“La colusión debe ser sancionada criminalmente”
Por su parte, el Ministro de Economía, Fomento y Turismo, Luis Felipe Céspedes, reiteró ayer la necesidad de fortalecer la institucionalidad de defensa de la libre competencia y recordó que el proyecto de ley que actualmente se tramita en el Congreso tipifica específicamente el delito de colusión en el código penal, castigando con penas de entre cinco años y un día y diez años a los ejecutivos que organicen o participen de esta clase de acuerdos.
“Nos parece que conductas tan graves y tan nocivas como la colusión deben ser sancionadas criminalmente. El desenlace de este caso refuerza la necesidad de mejorar las herramientas para combatir la colusión, que es la más grave de las conductas contra la libre competencia. No solo porque afecta la economía, sino porque puede causar también un perjuicio directo a los ciudadanos”, afirmó.
El Ministro Céspedes aseguró que la criminalización de la colusión va a ser una señal potente para los ejecutivos de las empresas, que son los que toman la decisión de ser parte de un acuerdo de colusión, para que se comporten de acuerdo a los principios de la libre competencia y no se involucren ellos ni sus empresas en estas conductas.
“La sociedad chilena ha tomado conciencia del inmenso daño que la colusión causa a los consumidores y a la confianza de los ciudadanos en el mercado y en las instituciones. No tiene justificación que otras conductas que tienen un impacto social y económico menor sí estén tipificadas como delitos, pero que la colusión no lo sea, y eso es lo que estamos corrigiendo. Al tipificar la colusión como una conducta criminal, que es lo que estamos haciendo en el proyecto de ley, estamos dando una señal firme y clara para proteger la confianza de nuestros ciudadanos en los mercados e incentivar una competencia basada en la innovación y en el mérito”, agregó.