Padres de grumete fallecido en Isla Quiriquina: «Sabemos que hubo un montaje»

Los padres del grumete Luciano Fuentes Ovalle, quien murió el 10 de mayo en circunstancias no muy claras al interior de la Isla Quiriquina, en la Región del Biobío, revelaron nuevas irregularidades que apuntan a un posible encubrimiento de agentes de la Armada en los hechos.

La familia del ex estudiante de la Escuela de Grumetes “Alejandro Navarrete Cisterna” conversó con El Ciudadano y contó detalles de lo vivido en las últimas semanas a la espera de que la PDI entregue un primer informe a la Fiscalía Naval que fundamente su hipótesis de que Luciano se quitó la vida y que en su muerte no hubo participación de terceros.

Lo que les genera ruido es que la versión de Investigaciones llegó a oídos de la prensa sin que el propio fiscal que investiga los hechos hubiere tomado conocimiento de los antecedentes que la policía debía recopilar, según afirma el progenitor del ex grumete.

“Yo no sé cómo la PDI fue capaz de filtrar información a la prensa y confirmar un suicidio cuando cada vez que busco respuestas, surgen más dudas”, cuenta Luciano Fuentes padre, a la vez que recuerda el impactante llamado que le hizo el capitán de navío Jaime Ortega, director de la Escuela de Grumetes, para informarle sobre la muerte de su hijo en pleno Día de la Madre.

Hace más de un mes, tras conocer la noticia, los padres del “Nanito” – como lo recuerdan sus cercanos – tuvieron que viajar con sus propios medios desde la ciudad de Los Ángeles a Talcahuano.

“El viaje se hizo eterno. Cuando nos llevaron a la Isla salí con una convicción tremenda de que él no lo hizo. Nos mostraron el dormitorio donde dormía y el entrepuente donde supuestamente lo encontraron colgado, pero la altura es muy baja”, cuenta la madre de Luciano, Paola Ovalle.

A continuación muestra una secuencia de fotografías del tendedero en el que presuntamente fue hallado su hijo, como les indicó la Armada. En este punto se confunden las cosas. ¿Encontraron al grumete agonizante o ya muerto por asfixia en la isla? ¿Seguía vivo cuando era trasladado al Hospital Naval?

“La ropa no estaba manchada con las características de un suicidio, estaba limpia. Mi hijo murió en la Isla, por tanto sentimos que adulteraron el lugar de los hechos”, afirma el padre.

Su compañera de vida prosigue revelando detalles que para ella no calzan.

“Dentro de los cuadernos de Luciano venía su billetera mojada. En ese momento me llamó la atención y le dije al director de la Escuela por qué su billetera venía en ese estado y me hizo un gesto de no saberlo”, agrega.

-Don Luciano, ¿por qué piensa que la PDI se prestaría para defender tan fehacientemente una hipótesis que ni siquiera le ha informado al fiscal naval?

Lo desconozco, la verdad es que eso me causa tremenda curiosidad. Tengo un respeto por las instituciones, pero aquí ha habido una serie de irregularidades desde el momento en que se nos avisa de la muerte. Se supone que mi hijo tenía un seguro y la noche del 10 de mayo me dicen que se lo van a dar, pero al otro día, cuando debíamos elegir qué servicio contratar, me salen con que ellos no podían y que lo teníamos que pagar nosotros. Créame que eso hizo más dolorosa esta situación. No podíamos velar a nuestro hijo.

-¿Eso quiere decir que tampoco hubo claridad sobre la forma en que la Armada les iba ayudar?

Así es. Ahí me di cuenta de que los grumetes que viven allá no tienen seguro, y que entregarlo depende de las circunstancias en que se produzca la muerte. Es decir, esos 900 niños de la Isla Quiriquina están desprotegidos totalmente. No me cuadra, ¿la muerte de mi hijo va a servir para que arreglen este problema? A él le ofrecieron un futuro, le ofrecieron cuidarlo. Mi hijo sí quería ser marino.

-Cuando él ingresó, ¿aprobó todas las evaluaciones psicológicas?

Sí, pasó por pruebas de conocimiento, entrevistas, revisión médica y evaluaciones psicológicas. ¿Por qué no detectaron ahí algún problema de depresión si es que de verdad se suicidó, como dicen? Porque mi hijo no los tenía, por eso no detectaron nada.

-¿Les permitieron ver el cuerpo?

La persona del Servicio Médico Legal (SML) fue insistente en pedirnos la ropa y nosotros le manifestamos que nosotros lo queríamos vestir con mi señora, mis hijas y un cabo que nos acompañó ese día, quien dijo “yo ayudo a los papás a vestirlo porque sé cómo se pone el uniforme”. Pero se negaron. No nos mostraron el cuerpo, sólo entregaron al niño vestido y con la urna sellada. Luciano era un niño alegre. Él quería mucho a su madre y no le habría hecho esto, menos en el Día de la Madre. Sabemos que fue un montaje.