Para los Juegos Olímpicos del 2012 la policía de Kent quiere usar drones, que son aviones espías no tripulados. La videovigilancia desde el cielo ya está siendo desarrollada por el fabricante de armas BAE Systems y se plantea incluso vender la información obtenida a compañías privadas.
La policía del Reino Unido proyecta utilizar aviones espía sin piloto, similares a los desplegados en Afganistán, para el control “rutinario” de motoristas antisociales, manifestantes, ladrones en el ámbito agrícola y escombreras ilegales, dentro de una ampliación significativa de la vigilancia encubierta del Estado.
El fabricante de armas BAE Systems, que produce una gama de vehículos aéreos sin tripular (UAV por sus siglas en inglés) para zonas en guerra, está desarrollando los aviones para un consorcio de agencias gubernamentales a las órdenes de la policía del condado de Kent.
The Guardian, al amparo de la legislación sobre Libertad de Información, ha conseguido la documentación del South Coast Partnership (Asociación de la Costa Sur), proyecto apoyado por el Ministerio del Interior, en que la policía de Kent, junto con la policía de otros condados, está desarrollando un plan nacional de aviones espía junto con BAE.
Estos documentos revelan la intención de empezar a utilizar los aviones para los Juegos Olímpicos de 2012. También revelan que las afirmaciones de la policía de que esta tecnología se va a utilizar para la vigilancia marítima quedan muy por debajo de su uso proyectado –que podría englobar una amplia gama de actividades policiales– y que se ha barajado vender los datos obtenidos a compañías privadas. Un prototipo de avión espía equipado con cámaras y sensores de alta potencia se probará antes de que termine este año.
La Autoridad de Aviación Civil (CAA por sus siglas en inglés), que regula el espacio aéreo del Reino Unido, ha sido informada por BAE y la policía de Kent de que los UAV destinados a uso civil “ampliarían significativamente” la capacidad de vigilancia del gobierno y “revolucionarían la labor policial”. En este momento, la CAA está poco dispuesta a conceder la licencia para utilizar el espacio aéreo debido al riesgo de colisión con otras aeronaves; sin embargo, dentro de pocos años los aviones espía podrían tener sistemas para detectar y evitar otras aeronaves.
Otras cinco policías de condado se han adherido al proyecto, considerado piloto previo a la adopción en todo el país de la tecnología para “vigilancia, control y recogida de pruebas”. La intención declarada del proyecto es incorporar los aviones espía “al trabajo rutinario de la policía, de las autoridades fronterizas y de otras agencias gubernamentales” por todo el Reino Unido.
Preocupado por el poco progreso en la concesión de licencias, el jefe de policía adjunto de Kent, Allyn Thomas, escribió a la CAA en marzo del año pasado argumentando que los aviones espía militares podrían ser útiles para el trabajo policial de grandes acontecimientos, sean estos protestas o los juegos olímpicos”. Alegó que “se había mostrado interés en su utilización en el Reino Unido después del ataque terrorista en Mumbai”.
Haciendo hincapié en que no era su intención interferir en el proceso de regulación del tema, Thomas señaló que “tenía más urgencia desde Mumbai y el objetivo está puesto en los juegos olímpicos de 2012”.
Los aviones espía de BAE se programan para despegar y aterrizar autónomamente, para mantenerse en el aire hasta 15 horas y alcanzar una altura de 20.000 pies, por lo que son invisibles desde la tierra.
Al ser mucho más sofisticados que los robots teledirigidos de aspa de rotor que sobrevuelan a 50 metros de la tierra -ya en uso- los UAV de BAE se programan para realizar operaciones específicas. Por ejemplo, pueden desviarse de la ruta prevista al encontrarse con actividades sospechosas en la tierra o realizar simultáneamente diversas tareas de reconocimiento.
Los datos conseguidos de la vigilancia se envían a salas de control mediante equipos, tales como cámaras de alta definición, dispositivos de radar y sensores de infrarrojos.
Anteriormente, la policía de Kent afirmó que el plan de los aviones espía sin piloto estaba pensado para controlar el transporte marítimo por el Canal de la Mancha y detectar el tránsito de inmigrantes desde Francia. Sin embargo, los documentos estudiados sugieren que el enfoque marítimo representó, al menos en parte, una estrategia de relaciones públicas diseñada para minimizar su impacto sobre las libertades civiles.
El acta de una de las primeras reuniones en julio 2007 indicaba: “El público puede ver estos usos marítimos como algo bueno, más que que como un elemento ‘gran hermano'».
Pero en reunión a puerta cerrada, el potencial de los UAV se ha ampliado significativamente. En colaboración con varias organizaciones policiales, además del Grupo de Crimen Organizado y Grave, la Agencia Marítima de Pesca, Hacienda y Aduanas y la Agencia Fronteriza del Reino Unido, BAE y la Policía de Kent han confeccionado una lista mucho mayor de usos potenciales.
Un documento indicaba “la detección de hurtos en cajeros automáticos, la prevención del robo de tractores y el control de la conducción antisocial” como tareas futuras de los aviones policiales, mientras otro indicaba el control viario y ferroviario, búsqueda y rescate, la seguridad de los espectáculos y la vigilancia urbana encubierta.
Bajo el epígrafe de “Otras tareas rutinarias (Ayuntamientos Locales) – vigilancia”, los aviones espía se podrían utilizar para combatir “escombreras ilegales y la difusión de propaganda, vehículos abandonados, transportes especiales y gestión de residuos”.
Altos oficiales han reconocido que habrá “grandes costes de capital” implicados al comprar los aviones, mientras argumentan que estos costes serán compartidos por varias agencias gubernamentales. También alegan que los aviones sin piloto no son más molestos que las cámaras de videovigilancia y resultan más económicos que los helicópteros.
Otros oficiales de la Asociación de la Costa Sur han dicho que los UAV podrían conseguir ingresos de la empresa privada. En una reunión, se propuso que la aeronave podría realizar tareas comerciales para contrarrestar los costes de funcionamiento.
Hay dos modelos de avión en estudio, pero la CAA no ha concedido licencia para volar en espacio aéreo no segregado a ninguno de los dos. La aeronave Herti tiene cinco metros de largo y el Ministerio de Defensa la desplegó en prueba en Afganistán en 2007 y 2009.
Los oficiales de la CAA dudan de que cualquier fabricante de avión espía del tipo Herti pueda desarrollar la tecnología que permita su seguridad en vuelo en el Reino Unido antes de 2015. No obstante, la Asociación de la Costa Sur se ha fijado en otro avión prototipo de BAE, la GA22, desarrollada por Lindstrand Technologies, que estaría sujeto a una reglamentación distinta. BAE y la Policía de Kent creen que la aeronave de 22 metros de largo podría utilizarse para tareas civiles ya en 2012.
Los Estados Unidos han hecho un uso exhaustivo los aviones espía militares para dar asistencia en las tareas de reconocimiento y bombardeos en Afganistán e Iraq. Pero se les ha imputado el alto número de víctimas civiles a su uso en zonas de guerra.
Paul Lewis
The Guardian
Traducido para Rebelión por Christine Lewis Carroll