1. Tu independencia. Tanto personal como financiera. Tómate tu tiempo para quedar con las personas que son importantes en tu vida sin tener que llevar a tu chico siempre a tu lado y ábrete una cuenta del banco para ti sola. La independencia es saludable y necesaria. Hace que estés en una relación porque quieres no porque lo necesites.
2. Tus amigos. Al principio, probablemente te sentirás tentada a pasar el tiempo que estás despierta con tu chico. Todas hemos pasado por eso. Pero no descuides a esos amigos que han estado a tu lado años y años. Al final, son ellos en los que podrás confiar siempre.
3. Tus metas laborales. Una relación de pareja nunca debe impedir que crees una vida por ti misma. Si tienes metas personales que implican crecer laboralmente, ve tras ellas. No querrás estar con alguien que no apoye tus sueños.
4. Tu felicidad. Una relación de pareja debe hacerte feliz, fin de la historia. Algunas veces, el miedo a la soledad es mayor que el deseo de una genuina felicidad, así que nos quedamos ancladas en relaciones que no sacan lo mejor de nosotras mismas. Si no te sientes reconocida o estás triste, necesitas reevaluar tu situación.
5. Tu habilidad para tomar decisiones. El poder de pensar por ti misma tiene un valor incalculable. Si bien la opinión de tu pareja, sin duda, es importante, tus decisiones en asuntos que afectan mucho a tu vida son las definitivas. Tomar decisiones tú sola, ya sean grandes o pequeñas, te ayudará a mantener ese sentido de individualidad.
6. Tu identidad. Tú eres tu propia persona y no deberías tener que cambiar por nadie si no quieres. Una buena relación debería animarte a mejorar, no porque tu pareja así lo espere sino porque tú quieres hacerlo por tu pareja. No deberías transformarte en tu pareja y perder tu yo real en el proceso. Tu chico debería influenciarte positivamente pero no en cada aspecto de tu personalidad.
Cosmopolitan