El NO de un famoso tatuador griego se convierte en viral

  Georgios Mavridis es un famoso tatuador griego, estrella de las redes sociales con cientos de miles de seguidores en Facebook e Instagram

El NO de un famoso tatuador griego se convierte en viral

Autor: Marta Ubeda

 

Tatuador Griego

Georgios Mavridis es un famoso tatuador griego, estrella de las redes sociales con cientos de miles de seguidores en Facebook e Instagram. Desde que adquirió fama internacional se dedica al culto, algo ególatra, si se me permite la opinión, de su imagen y a viajar por el mundo, participando en convenciones. Georgios no es ninguna autoridad política ni económica, pero sus palabras han sabido representar el sentir de parte de los internautas griegos, pues el texto que compartió en su página personal hace tres días ha tenido cientos de miles de visitas y otras tantas valoraciones positivas por parte de usuarios de las redes sociales.

A continuación se reproduce el texto, traducido al castellano, como documento de interés, puesto que ha sido un fenómeno viral en la red griega:

“Hace dos días que quiero comentar los hechos que están sucediendo en nuestro país. La verdad es que lo que me ha hecho contenerme hasta que escribí este texto, son los comentarios que recibo de vez en cuando de desconocidos, que me llaman acomodado, cada vez que me refiero a la situación política y económica del país. Puesto que la situación se ha descarrilado deseo hacer uso de los derechos que la democracia me otorga para expresar mi opinión. Sin embargo, antes de hacerlo, escribiré tres cosas que hasta el día de hoy había prometido no decir jamás…

Tengo 37 años y soy hijo de una madre que, junto con mi abuela, nos crió a mi hermana y a mí. Mi padre frecuentaba las cárceles durante mi infancia y el resultado fue que mi madre tenía que trabajar toda la jornada para criarnos. No diré nada más acerca de esta persona puesto que aún vive y no quiero entristecerle independientemente del daño que le hiciese a nuestra familia. Empecé a trabajar a la edad de 15 años porque, simplemente, no había otro remedio. Jamás olvidaré los años en los que iba al colegio y no tenía dinero ni para un pastel, andaba siempre pidiéndole a mis compañeros…

Me saqué el graduado en el instituto nocturno y trabajaba por las mañanas en un bar de comida rápida y por las noches, después del instituto, de diez a dos, era repartidor en una pizzería. Hasta los 30 tuve una vida entera en permanente crisis económica, hacía cualquier trabajo que pudiese para salir adelante. Conseguí, con sudor y lágrimas, tener mi propio negocio, trabajando al mismo tiempo por las noches para poder pagar el alquiler. Durante los últimos cinco años por fin conseguí estabilidad económica y pude, de una vez por todas, ayudar a mi gente. Las últimas 24 horas me debato para tomar una decisión sobre qué votaré en el referéndum. Por primera vez se me da la oportunidad de decidir a mí y no a otros. Se me amenaza con que si voto ‘No’ perderé todo lo que he conseguido durante mi vida con tanto esfuerzo.

Me aterrorizan diciendo que me espera una catástrofe si voto No.

Seré pobre si voto No. Volveremos al dracma y lo perderemos todo. Entraremos en bancarrota.

Pues… voy a votar que NO.

Ojalá ese NO sea el primer paso para que no vuelvan a haber niños que pasan hambre, para que ninguna madre tenga que trabajar por 400 euros al mes y agachar la cabeza, para que ninguna abuela tenga que suplicar para cobrar su pensión. Aunque lo pierda todo, empezaré de nuevo si hace falta, desde cero, jamás he temido al trabajo.

Jamás agaché la cabeza ante ningún cabrón.

El domingo voy a meter en el sobre un pedazo de NO, con un par, y que vaya directo al Banco Central Europeo.”

Texto y traducción de Roge Cañedo


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