La firma francesa Danone, que posee el 18% del mercado de yogur en el mundo, ya enfrenta dificultades para industrializar su marca en Chile. Esto porque Soprole – que ostenta el 51% del mercado local- tiene inscrita en el Registro de Propiedad Intelectual (RPI) la marca “Dannone”, “Danonino” y todos sus afines, lo que motivó acciones judiciales de la firma local.
Al cierre de esta edición la firma francesa anunció que recurrirá al Tribunal de Defensa de la Libre Competencia (TLCD) para hacer valer sus derechos.
La compañía anunció su llegada al país en de febrero pasado con productos importados de Argentina cuyo distribuidor en Chile es Promerco. Si bien no entró teniendo como marca principal Danone, sino que Yogurísimo, en toda su campaña publicitaria y etiquetas señala “Yogurísimo, de Danone”. Esto molestó a la firma chilena, la que una vez que supo de esta estrategia interpuso una demanda civil –en el 26º juzgado de Santiago- contra Promerco por uso indebido de la marca.
En las acciones interpuestas, Soprole está siendo asesorado por el estudio Cariola, Diez, Pérez-Cotapos. En el caso de los francos el abogado a cargo es Ricardo Peña, del estudio Carey & Cia., que además es su representante legal en Chile. Este último estudio no quiso entregar declaraciones del conflicto.
Por la incertidumbre que genera la disputa -al no saber quien será el propietario definitivo de la marca-, la cadena Jumbo, sólo ellos comercializan el producto, decidió esperar el veredicto y suspendió la venta.
DEMANDAS
Aunque sólo este año se haya concretado su llegada al país, la francesa tenía intenciones de hacerlo mucho antes, pero se encontró con el mismo problema. En 1997 la compañía Gervaif Danone demandó en los Tribunales de Propiedad Intelectual la anulación de los registros de marcas que estaban en manos de la chilena. El proceso se mantuvo hasta 2001 cuando dicho tribunal tomó una determinación y falló en primera instancia a favor de Soprole. Eso generó la inmediata reacción de los europeos, quienes apelaron a la Corte Suprema, donde el caso ya va a completar seis años tramitándose sin tener una resolución.
Pese al conflicto, analistas del sector señalan que Danone podría seguir adelante con su plan de crecimiento en Chile, aunque sin usar dicho nombre, dado que este caso es netamente un juicio de marcas y no tiene que ver con un bloqueo al ingreso de nuevos actores. Es más, explican que la importación de yogur se podría hacer sin problemas si todo se realizara señalando en su publicidad “Yogurísimo, de La Serenísima”, tal como lo hacen en Argentina, de donde se importan actualmente los productos que llegan a Chile.
De todas formas, si una vez resuelto los problemas judiciales actuales Danone decide mantenerse en el mercado, la francesa deberá comprar una empresa, ya que las cuotas de leche están casi copadas.
JUMBO
Pese al conflicto y a que Jumbo sacó del mercado el yogur, la idea de Danone para introducirse a Chile era a través de un acuerdo exclusivo con una cadena de supermercados, la misma estrategia seguida en otros países. Sin considerar los problemas actuales, este contrato debería haber durado unos tres meses, tiempo durante el cual se le entregarían al retailer condiciones preferenciales en cuanto a pago de rappel (dinero que se cancela para estar en las salas de venta), además de publicidad, entre otros. Una vez cumplida esta etapa, buscarían aumentar su participación con la incorporación de nuevas líneas de productos.
Al cierre de esta edición trascendió que los francos recurrirán al Tribunal de la Libre Competencia, ya que consideran que Soprole está quebrantando las leyes de la sana competitividad. Los galos aseguran que las marcas le pertenecen, pues a nivel mundial están registradas por ella, y por esta causa lucharán hasta las últimas consecuencias.
Mauricio San Cristóbal