El mandatario colombiano hizo alusión a una posible repostulación al cargo, decisión que está supeditada por la resolución de la Corte Constitucional, la cual debe autorizar una enmienda a la carta magna para llevar a referendo la eventual candidatura de Uribe.
El presidente colombiano, Álvaro Uribe, señaló que «ocho años es poco tiempo para un país que en 200 años de independencia sólo ha tenido 47 de paz. Es poco tiempo para recuperar la seguridad». Esto en el marco de las declaraciones que dio a la estación de radio La Z.
Además, Uribe manifestó que «ocho años es apenas un principio» en el caso de «un país que había ahuyentado la inversión, que en el mundo no se le mencionaba para la inversión y que apenas empieza a recuperarla».
La posibilidad de que Uribe extienda su mandato por otro periodo más queda supeditada al estudio de una ley que convoca a un referendo popular para realizar una nueva enmienda a la Constitución y permitir, de esta forma, que el presidente pueda participar en las elecciones de mayo. «Frente a la Corte Constitucional mi aporte es prudencia para contribuir al tranquilo discurrir de las instituciones», señaló a la estación de radio.
Cabe recordar que Uribe ganó las elecciones de 2002 y en 2006 volvió a triunfar tras una reforma constitucional que aprobó el Congreso para permitir la reelección.
UNA DECISIÓN POSTERGADA
Uribe no había dicho abiertamente si pretendía presentarse como candidato para la segunda reelección en los comicios presidenciales del próximo 30 de mayo y durante meses repitió la frase de que tenía «una encrucijada en el alma». Sin embargo, el gobernante dijo en una entrevista transmitida por el canal de televisión Caracol que esa encrucijada «está resuelta hace mucho rato», aunque no ahondó en detalles.
El Congreso aprobó en septiembre pasado una iniciativa presentada por el oficialista Partido Social de Unidad Nacional (U) para que mediante un referéndum se reforme la Constitución para permitir que Uribe pueda presentarse como candidato para un tercer período.
El Ciudadano – La Jornada