Las muñecas siempre han generado mucha controversia. Sus cuerpos idealizados y con curvas, maquillaje excesivo, e incluso su tono de piel puede afectar mucho la forma en que las niñas se perciben a sí mismas.
Con expectativas tan altas proyectadas hacia nuestras propias hijas, ¿Cómo se supone que se sientan cuando se miran al espejo?
Si las muñecas representan lo “bonito” pero no se parecen a las chicas que juegan con ellas, ¿que pensarán estas chicas de ellas mismas? ¿Que no son bonita ni perfectas?
Madres de todo el mundo luchan a diario contra los fuertes estereotipos que venden los juguetes de los niños y de las niñas. Quieren que sus hijas tengan las muñecas que desean, pero que su posesión no les suponga problemas de autoestima.
La madre que aparece en el vídeo que viene a continuación se preguntó cómo proveer a su hija de muñecas sin causarle un daño potencial a su autoestima y encontró esta ingeniosa y laboriosa solución.