Como muchos sabemos, los alimentos son el combustible que nuestro organismo necesita para poder funcionar correctamente por lo que nos dan la energía necesaria para hacer nuestras tareas cotidianas. Pero no muchos saben que hay alimentos que en vez de darnos energía, nos la quitan, produciendo síntomas como fatiga o decaimiento, incluso cambios de humor, y muchos de estos problemas pueden tornarse crónicos con el paso del tiempo si no prestamos un debido cuidado.
Alimentos Fritos.
Cualquier alimento aún en el caso de los vegetales, cuando no están cocinados de la manera adecuada, producen un incremento de grasas en la sangre y más dificultad de digestión, lo que genera pesadez. Es muy recomendable evitar este método de cocción, mejor optar por cocinar al vapor, al hervor, al horno, entre otras que resultan ser más saludables.
La Sal.
No existen muchas comidas donde la sal no haya sido adicionada. Aún así utilizarla en exceso puede causar deshidratación lo que definitivamente hará que te sientas con cansancio. Es importante conocer los problemas que puede ocasionar la sal en nuestro organismo y saber que hay otros tipos de sales que reducen estos efectos negativos, como el uso de la sal marina.
Cafés y bebidas de cola.
La cafeína en nuestro organismo actúa como un gran estimulante en el sistema nervioso. Además de producir efectos diuréticos que pueden causar deshidratación, la absorción de hierro se reduce por lo cual te estaría restando energía y favoreciendo una posible aparición de anemia sobre todo en dietas vegetarianas. El consumo debe ser moderado y recordar siempre que la combinación de estos alimentos y bebidas puede aumentar aún más la falta de energía.
Comidas enlatadas
Los alimentos que se adquieren con conservantes suelen aportar muy poco valor nutricional además de contener aditivos con gran cantidad de sales, resultando ser negativo para nuestro estado óptimo de energía.
Azúcares refinados
Los alimentos que contienen grandes cantidades de azúcar como en la repostería, además de no aportar nutrientes significativos, ayudan a la reducción de calcio y vitaminas del grupo B. Al producir exceso de glucosa se convierte en grasa lo cual no es para nada beneficioso para nuestras energías. El azúcar aumenta la inflamación y estimula el crecimiento excesivo de levadura en los intestinos, puedes imaginar o recordar lo que sucede cuando te sientes completamente inflamado y el cansancio o fatiga que produce este estado.
Edulcorantes Artificiales
La sacarina, aspartamo o aspartame y otros endulzantes artificiales suelen tener un efecto contrario, muchas veces se los asocia con la dieta, pero muy lejos de serlos, según estudios realizado por la Universidad de Pardue, encontraron que el consumo alto de edulcorantes artificiales cambia la capacidad de regular el apetito y alterar el metabolismo, lo que puede acarrear en un círculo vicioso entre consumir alimentos perjudiciales en exceso y disminuir la energía, para luego intentar compensarla con más alimento. Estos endulzante artificiales están presentes como aditivos en bebidas que consumimos diariamente tales como las gaseosas, los tés, bebidas energizantes y están presentes en prácticamente cualquier alimento que podemos adquirir hoy en día en las tiendas, por ello regular su ingesta u optar por una dieta natural es lo más aconsejable si quieres mantener tu día lleno de energía.