«Yo no tengo ningún versículo de la Escritura… Creo que Jesús aprobaría el matrimonio gay, pero es solo mi opinión personal. Creo que Jesús daría su estímulo a cualquier historia de amor si fuera honesta y sincera y no hiciera daño a nadie más, y yo no veo que el matrimonio gay dañe a ninguna otra persona», afirmó Carter en una entrevista al periodista de The Huffington Post Marc Lamont Hil.
Carter, sin embargo, no fue capaz de respaldar su punto de vista esgrimiendo pasajes bíblicos ni se acordó del mandamiento que reza «No tomarás el nombre de Dios en vano».
En sus frecuentes razonamientos sobre asuntos religiosos, los políticos estadounidenses no suelen prestar demasiada atención al segundo mandamiento. El caso más reciente fue el del contendiente a la presidencia Jeb Bush, quien al ser preguntado sobre su candidato ideal para el puesto respondió que «vivió hace unos 2.000 años».