«Estamos acelerando la formación de las fuerzas del ISIL, incluyendo voluntarios de las tribus sunitas en la provincia de Anbar», dijo el jefe de Estado. El ISIL (Estado Islámico de Irak y el Levante, EIIL) es la forma preferida del Gobierno de EE.UU. para referirse al Estado Islámico.
La transcripción oficial difundida por la Casa Blanca contiene la palabra «iraquíes» entre paréntesis después del «ISIL». Así, esta edición da la impresión de que el comandante en jefe de EE.UU. no estaba confesando la formación de militantes yihadistas en toda la región, sino solo de las fuerzas del EI basadas en Irak.
Los esfuerzos de EE.UU. para entrenar a las fuerzas antiterroristas en Irak y Siria aún no alcanzan los objetivos del Pentágono, confirman varios altos cargos. El mes pasado, el secretario de Defensa del país, Ashton Carter, admitió ante el Congreso que el Pentágono no había sido capaz de encontrar suficientes reclutas «legítimos» iraquíes para luchar contra los yihadistas.
Debido a la renuncia de Washington a enfrentarse abiertamente al EI, las continuas llamadas al cambio de poder en Siria y los intereses regionales contradictorios de los aliados del país, algunos críticos acusan al país norteamericano de ser un patrocinador secreto del grupo terrorista. «El Estado Islámico es un activo de EE.UU. (…) que proporciona un pretexto o un caballo de Troya para que EE.UU. mantenga su presencia militar en Irak y también siga apoyando el cambio de régimen en Siria», manifestó el activista Ken Stone a la cadena iraní Press TV.