Chile y el inabarcable círculo de la pobreza

Hace unos días, un estudio del OCDE mostraba a Chile como el quinto país a nivel mundial donde más se trabaja. Hace una semana, también, el presidente del Banco Mundial auguraba el empobrecimiento de 28 millones de latinoamericanos.

Según el estudio de la OCDE,  los salarios son la principal piedra de tope en el país y aseguran que lo importante es aumentar las remuneraciones mínimas, buscando un mayor aumento en los ingresos para que se llegue a condiciones favorables para los trabajadores.

El estudio enfatiza que “complementar el piso salarial con beneficios al interior de las empresas o exenciones tributarias pueden ser una forma más efectiva de enfrentar la pobreza que usar el sueldo mínimo aisladamente”.

En tanto el Banco Mundial expuso que factores como las crisis económicas, un menor crecimiento del Producto Interno Bruto, problemas familiares como la pérdida del empleo o enfrentar una enfermedad, podrían llevar a parte de la población vulnerable hacia la pobreza.

Y enfatizaron que «es importante retomar la senda de crecimiento en la región (Latinoamericana) para que los vulnerables puedan ingresar a la clase media, los pobres a la vulnerabilidad y los de extra pobreza a la pobreza y vamos en ese camino hacia el desarrollo»

Indudablemente, las cifras y estudios sólo vienen a demostrar lo que ya se sabe, el círculo de la pobreza en Chile se está haciendo infinito y las políticas que se están desarrollando no apuntan a corregir de fondo este problema. Mäs bien, maquillan y distraen. Chile es un país que se está empobreciendo como muchos otros, de Latinoamérica (lo demostró el informe económico del Banco Mundial) y día a día podemos ser testigos de la precarización del trabajo, la explotación, la falta de oportunidades versus el encarecimiento de los recursos básicos para la subsistencia. Los grandes temas básicos se dejan de lado y eso se traduce en que la brecha de diferenciaciación económica entre empresarios y obreros se engrandece.

Mientras el sueldo mínimo, no sea sinónimo de bienestar mínimo, Chile seguirá liderando cifras que alejan a la población de la promesa de equidad y dignidad.

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