¡Vamos al hueso!: ¿de qué se trata esencialmente, en este “Conflicto Latente” entre dos Repúblicas Hermanas, Bolivia y Chile?
Sin duda alguna, de un Problema de Soberanía Nacional: para satisfacer la aspiración boliviana de una salida soberana al mar Pacífico, Chile cedería “parte” -mínima- de su Soberanía Nacional, ya sea mediante un corredor o un enclave marítimo.
Y la “Causa Boliviana”, reconoce orígenes históricos, pues antes de la Guerra del Pacífico, tuvo efectivamente un puerto: Cobija. Si bien éste le fuera anteriormente “invadido” por Perú que impuso allí su propia Soberanía Nacional. Y, luego de la guerra con Chile, nuestro País permitió que Bolivia continuara utilizando Cobija que, como debe saberse, fue originariamente creada por iniciativa de Bolívar.
Confirmando este aserto y por largos años, en diversos Encuentros entre las “partes”, el escollo principal ha sido que Chile exigiría a cambio una compensación territorial, a lo que nuestros hermanos bolivianos se oponen, fundados en que a consecuencia de la Guerra del Pacífico, Chile ya acreció su territorio. Y sin embargo, no descartarían a cambio, cedernos aguas -lago Titicaca, río Pilcomayo, etc- que ellos poseen en exceso. Y, con las cuales, Chile podría regar el gran desierto del Norte transformándolo en un verdadero vergel. Acuerdo respecto del cual y por virtud de un Tratado Internacional, Perú debería prestar su aquiescencia.
Así pues, el quid del problema tiene relación directa con la Soberanía Nacional.
Es por ello que, cuando por encargo del Presidente Salvador Allende a raíz de la visita a Chile del enviado especial del entonces Presidente Juan José Torres, Sr. Néstor Taboada Terán, recientemente fallecido, yo redactara una Propuesta para convenir un Acuerdo “Fraterno y Pragmático”, me refiriera expresamente a esa compensación de aguas. Y, con el objeto de asegurar la aprobación de Perú, se crearía una zona internacional tripartita en Arica. Pudiendo allí concentrarse grandes capitales y empresas de los tres países hermanos: Bolivia, Perú y Chile.
Así fue aprobado por Salvador Allende, motivando el libro que escribió luego Néstor Taboada -Premio Nacional de Cultura en Bolivia y postulante al Premio Cervantes de España-, bajo el título “Mar para Bolivia”. De gran difusión nacional e internacional. Y en cuya portada aparece una fotografía de Salvador Allende (a la izquierda), Mario Osses (en el centro) y Néstor Taboada (a la derecha).
En desmentido público al Canciller de Chile, hace pocas semanas, aludo al hecho histórico-político de ser efectivas absolutamente las afirmaciones del ex -Presidente de la “Sociedad de Escritores” de Bolivia, Néstor Taboada. S. Allende en una segunda reunión a puertas cerradas, -ahora también con el Ministro de RREE de Chile, Clodomiro Almeyda- no sólo confirmó esta determinación, sino que además nos encomendó viajar a La Paz. Clodomiro Almeyda como Ministro y Mario Osses como plenipotenciario, para concluir con el Presidente Torres el Acuerdo Internacional.
Por cierto, atendida la naturaleza misma de tan delicada materia no cabía informar aún a la prensa, pero quedó al menos el testimonio inequívoco de esa fotografía y el libro de Néstor Taboada. Lamentablemente, en ese intervalo hubo un Golpe de Estado en Bolivia y no alcanzamos a reunirnos con el entonces Presidente Juan José Torres. Debiendo recordarse que el Presidente de Perú -General Velasco Alvarado- tenía similar posición política -de izquierda- que la de Salvador Allende.
Pues bien, y éste es en consecuencia un punto capital, pero que desgraciadamente se silencia o ignora:
¡Chile también cede Soberanía Nacional cuando entrega sus Recursos Naturales, especialmente el cobre, ya que, según Resolución 1803 de Naciones Unidas (14 de Diciembre de 1962), los Recursos Naturales son “INHERENTES” a la propia Soberanía Nacional. Y cabe recordar -para nuestra vergüenza- que en el momento presente alrededor del 70% de los yacimientos de cobre chilenos están en poder de multinacionales extranjeras. Porcentaje que, sólo bordeaba el 30% al advenimiento de la llamada “Democracia”, el año 1989. Y que ya antes, el Ministro del ramo, hermano del ex -Presidente Piñera, había logrado la dictación de la Ley 18.097, Ley de Concesión Plena que, para muchos es absolutamente inconstitucional. Precisamente, al atentar su texto contra el art. 19 nº 24 de la Constitución Política del Estado, vigente. Ley que, transformaría en verdaderos “propietarios” a dichas empresas. Muy curiosa o sospechosamente, habiéndose ya creado el Tribunal Constitucional al dictarse tal norma, sin embargo nadie apeló dentro del plazo legal… ¿Por qué? ¿Ignorancia, paniaguado o negligencia inexcusable?
Cumple asimismo destacar otro hecho no menos grave ni lesivo a los intereses del País. En la última Campaña Presidencial, nada se dice sobre estas materias, aún cuando con los recursos allí existentes se podría financiar nuestra Educación y la Salud. Similarmente, con el litio.
En otras palabras -y por eso es necesario poseer una visión integral de nuestros problemas nacionales y no meramente facciosa o partidista- Chile sí ha cedido gran parte de su Soberanía Nacional, a través del cobre. Y a tales extremos, que existe hoy una querella criminal interpuesta ante el Séptimo Juzgado de Garantía de Santiago, luego que la propia Cámara de Diputados -su Comisión Especial- no investigara responsablemente acerca de una denuncia formulada por el Presidente de la ONG “Recuperemos el Cobre de Chile”, el economista Julián Alcayaga. A pesar de que ello representa la pérdida por ventas a futuro del cobre y/u otros por varios miles de millones de dólares.
¿Por qué el propio Parlamento no pesquisó debidamente y en defensa de nuestra Soberanía Nacional, estas cuantiosas pérdidas? Acaso ¿ello tiene también gran relación con los escándalos político-económicos de Penta, SQM, y/u otros, destinados a financiar Campañas Electorales o simples cohechos? Codelco mismo, ¿no habría “invertido” en estos rumbos, alrededor de un millón de dólares…?
Esperamos sin embargo, que sí investigue el Ministerio Público y sancione debidamente el Poder Judicial. Esta vez, la prensa ha sido suficientemente alertada y aún cuando se está pretendiendo en estos instantes mismos coartar a través de un Proyecto de Ley la sagrada libertad de prensa, debemos confiar en que nada podrá detener ahora la investigación de la Verdad ni la aplicación de la Justicia.
En consecuencia, cuando el Papa Francisco -entre otras afirmaciones- señala que “no es injusta” la acción internacional de Bolivia, ¿qué diría él si conociera sobre estos inefables escándalos del cobre y de la corrupción creciente que ha sido ya destacada por la propia prensa internacional? Máxime, en un momento tan crítico por el cual atraviesan la llamada “clase política” y aún Altos Funcionarios, luego de conocerse por azar estos hechos luctuosos.
Por todo ello y algo más, he concluído recientemente un libro:
“¿Por qué, mar para Bolivia?”.
En él, sin pronunciarme y fuera de todo interés que no sea el de Chile y los chilenos, invito a pensar y conocer mejor este delicado problema. Para de este modo, con conocimiento de causa aunque sea elemental, teniendo una visión regional y global de nuestra realidad política y económica, cada cual pueda opinar responsablemente. Con la esperanza cierta de que tal vez así, quedemos al amparo de escuchar voces destempladas, aún de aquéllos que no están habilitados para lanzar la primera piedra…