El Fuji Safari Park de la ciudad de Susono en Japón ha decidido instalar una piscina de cristal para que todos sus visitantes puedan contemplar cómo se mueven bajo el agua los elefantes.
La pileta tiene unos 65 metros de longitud, el ancho aproximado de un río que tendrían que cruzar si vivieran libres en plena naturaleza. Y los refrescantes efectos de esta iniciativa no han tardado en notarse, los elefantes comen mucho más ahora que antes.
A pesar de sus cinco toneladas los elefantes son muy buenos nadadores y hasta saben bucear, porque si hay suficiente profundidad sumergen su cuerpo por completo y usan la trompa para respirar, por lo que pueden recorrer muchos kilómetros bajo el agua.
Una habilidad que no resulta nada extraña, dado que uno de sus parientes más cercanos es el manatí, un mamífero marino también conocido como vaca de mar.