Las palabras de Bachelet sobre jerarquizar la agenda del gobierno para reordenar las prioridades del Ejecutivo debido a la situación económica del país, siguen teniendo repercusión. El abogado constitucionalista Fernando Atria, en conversaciones con La Tercera, analiza que «lo que está pasando ahora, a partir del nuevo gabinete, es que el diagnóstico del grupo de quienes querían seguir como estábamos, tiene ahora mayor influencia que el grupo que quería introducir transformaciones profundas. Y eso también se manifiesta en el tema constitucional«.
Son varios los miembros de la Nueva Mayoría que consideran que la elaboración de una nueva y mejorada Carta Fundamental que sustituya a la desfasada constitución actual debería aplazarse hasta el próximo gobierno.
«Si se archiva la nueva Constitución o, en vez de archivarse se hace un tipo de saludo a la bandera para poder decir ‘cumplimos’, será un antecedente más en el desprestigio institucional«, señala el abogado.
Existe la posibilidad de que este gobierno de Bachelet no sea capaz de elaborar y ratificar una nueva Constitución pero eso, explica el profesor Atria, «no necesariamente es incumplir una promesa de campaña«. El abogado constitucionalista considera en la entrevista que «si el gobierno lo asume y avanza y no alcanza a terminarlo, eso es parte de lo que es normal en la política. Hasta ahora la Presidenta ha mostrado que tiene ánimo de cumplir esa promesa por la vía de empujar un proceso constituyente«.
Una de las vías que contempla el oficialismo para llegar hasta la nueva constitución es que sea votada por los propios parlamentarios, sin la participación de los actores sociales. «Que el Congreso haga la Constitución y que sea ratificada por un plebiscito es la peor solución de todas (…) Lo único que va a hacer es santificar una negociación que ocurre bajo la amenaza de que si no llegamos a acuerdo, seguimos con la Constitución vigente. Si todo va a ser igual, ese plebiscito no va a ser más que un tongo«, concluye Fernando Atria.