Estados Unidos y Cuba concretaron este lunes el restablecimiento de sus relaciones diplomáticas tras casi 55 años de ruptura, con la apertura en Washington de la embajada cubana.
La ceremonia del izado de la bandera cubana, llevada a cabo en el edificio que desde 1977 acogía la Sección de Intereses de Cuba, estuvo encabezada por el canciller cubano, Bruno Rodríguez.
En la tarde, Rodríguez mantendrá una reunión con el Secretario de Estado, John Kerry, y seguidamente ambos diplomáticos ofrecerán una conferencia de prensa conjunta.
El gobierno estadounidense estuvo representado por Roberta Jacobson, subsecretaria de Estado para el Hemisferio Occidental, y el diplomático Jeffrey deLaurentis, hasta ahora jefe de la Sección de Intereses de Estados Unidos en La Habana y a partir de hoy el encargado de negocios de la embajada.
En tanto, en La Habana por el momento no hay previsión de ninguna ceremonia para marcar la reapertura de la embajada, dijo el viernes un alto funcionario del Departamento de Estado, ya que esa cancillería prefiere esperar un viaje del propio Kerry para izar la bandera estadounidense frente al Malecón.
Desde los anuncios de reaproximación, los dos países han destacado que las diferencias seguramente no van a desaparecer como por arte de magia, pero tener embajadas operativas permitirá negociar esas diferencias y hallar salida a los problemas acumulados.
El levantamiento del embargo estadounidense, la devolución de la base naval de Guantánamo y la solución a las multimillonarias demandas recíprocas de compensación son algunos de esos temas.