Memoria de la Cárcel Combatiente: La Huelga de Hambre por los 119 en Puchuncaví
Los Ex prisioneros políticos, en el marco de la conmemoración de los 40 años de la lista de los 119, convocan para este proximo viernes 31 de julio en Londres 38, a rememorar la huelga de hambre efectuada al interior de los campos de concentración de la dictadura, rechazando el siniestro montaje comunicacional de la DINA y la prensa dictatorial.
En este mes de julio se conmemorarán 40 años del montaje de la DINA conocido como Operación Colombo o lista 119, pero también, el aniversario de una huelga de hambre que emprendieron los prisioneros políticos del campo de concentración de Puchuncaví, en demanda del esclarecimiento de la situación de sus compañeros que aparecían en el fatídico listado.
En el campo de Melinka,también conocido como Puchuncaví, 80 presos iniciaron una huelga un 31 de julio de hace 40 años, detallando los motivos de la protesta en una declaración que sacaron del campo en un «barretín» y que luego fue tipeada en maquina de escribir y distribuida a embajadas y organismos de derechos humanos.
En su primer párrafo, la declaración denuncia el montaje de los 119: «Publicaciones extranjeras, profusamente difundidas por la prensa nacional, entregan dos listas con 119 personas, presuntamente muertas en el extranjero, la mayoría de los cuales nos consta que fueron detenidas vivas por organismos de seguridad del Gobierno, entre mayo de 1974 y febrero de 1975. Ellas fueron vistas por centenares de los actuales presos políticos que se encuentran en diferentes centros de interrogatorio existentes en el país”.
La huelga fue concebida como una expresión de solidaridad y de denuncia del montaje, pero también de exigencia a las autoridades, con el fin de aclarar la situación de los prisioneros que aparecían en las listas.
La demanda se hacía también a los gobiernos de Brasil y Argentina, implicados en este caso, pues los listados con los 119 nombres fueron difundidos en publicaciones de ambos países y tras ellas se hizo una reproducción en Chile.
La reacción de las autoridades a cargo de los campos no se hizo esperar. En Puchuncaví la Armada rodeó el campo con infantes de marina apertrechados para la guerra y los huelguistas fueron objeto de plantones y amenazas, pues la protesta se interpretaba como insubordinación al interior de un recinto militar.
A pesar de lo anterior, el movimiento de los ex prisioneros continuó y a su término, una semana despues aproximadamente, los 80 se habían incrementado a 95 prisioneros.
Los presos que participaron en la huelga, fueron separados más tarde y enviados a diferentes campos de concentración.
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