Una hazaña de ingeniería transformó lo que fue una base estadounidense de la II Guerra Mundial en el primer aeropuerto 100% ecológico del mundo, y en una de las reservas naturales más frágiles del planeta: las islas Galápagos, ubicadas en el Pacífico ecuatoriano.
En medio de la reserva natural de Galápagos y sobre los vestigios de una base militar de la II Guerra Mundial, Ecuador inauguró el primer aeropuerto ecológico del mundo.
La terminal, que ocupa una superficie de 6.000 m2 y tiene una capacidad limitada de 10 vuelos diarios, tiene un 80% de su infraestructura construida con materiales reciclados.
El aeropuerto Seymur cuenta además con su propia planta de desalinización para aprovechar el agua marina, y su director Jorge Rocillo señaló que “lo más importante es que es un edificio sostenible” y que “es público y capaz de utilizar la última tecnología para ofrecer un adecuado confort a los pasajeros sin contaminar el medio ambiente. Ese es el legado que queremos dejar”.
El archipiélago de Galápagos es una de las reservas naturales más importantes del mundo y el lugar que inspiró a Charles Darwin para elaborar su teoría de la evolución. Cada año recibe a 200.000 turistas.
Se estima que este aeropuerto, que cuenta con conexiones directas a las dos principales ciudades de Ecuador (Quito y Guayaquil), no solo se convertirá en un atractivo local sino que permitirá aumentar el flujo de turistas en los próximos años.