A través de la red social Twitter, el Ministerio de Defensa de Brasil informó del inicio de la llamada Operación Ágata 9 por la cual 4.200 militares fueron desplegados a lo largo de los 4.045 kilómetros de frontera que Brasil comparte con Bolivia y Paraguay.
La misión responde al decreto de 2011 firmado por la presidenta de la República de Brasil, Dilma Rousseff, en el Plan Estratégico de Fronteras. El objetivo de este PEF es intensificar la presencia de Fuerzas Armadas en las fronteras para combatir el contrabando de drogas, armas o personas. Los efectivos militares también cumplirán con la misión de controlar la evasión de divisas, la minería ilegal y los crímenes medioambientales, según informa Sputnik.
En la operación Ágata 9 participan el propio Ministerio de Defensa y el Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas, encargados de coordinar el despliegue de los más de cuatro mil militares, de Marina y de Aire, en 166 municipios.
En 2014, la anterior Operación Ágata logró cubrir toda la frontera del país desde Oiapoque, en el estado de Amapá, hasta la ciudad de Chuí, en Río Grande del Sur. Para esa operación se trasladaron 30 mil militares, un hecho inédito que tuvo lugar con motivo del Mundial de Fútbol de Brasil. Se logró incautar un total de 36.000 kilogramos de drogas, especialmente cocaína y marihuana que pretendían pasar al país a través de la frontera paraguaya.
Desde que se inició la primera Operación Ágata en 2011, las Fuerzas Armadas de Brasil consiguieron interceptar 229 armas, 21,9 toneladas de explosivos empleadas en actividades de minería ilegal y unas sorprendentes 68,1 toneladas de drogas, todo ello a través del registro en 731.292 vehículos terrestres, 34.650 embarcaciones y 253 aviones, según información publicada Sputnik.