La confianza expresada por La Moneda en la previa de la votación de la Carrera Docente se transformó en amargura y angustia tras la derrota que sufrieron en la Comisión de Educación con las 8 abstenciones (con tres votos oficialistas) contra los cinco votos a favor.
El escenario pasaba a ser extremo complejo para el gobierno, pues se daba una señal de “rebeldía” al interior de la Nueva Mayoría a 11 días del cónclave oficialista y, al mismo tiempo, se medía negativamente la labor del ministro Secretario General de la Presidencia, Nicolás Eyzaguirre, al no asegurar los votos oficialistas en la comisión.
De esta forma, tras la votación el gobierno se movilizó en el congreso para adelantar para hoy la votación en la sala, ya que normalmente debía verse en la primera semana de agosto. Esta es una opción arriesgada pero que evita fuego cruzado por dos semanas al interior del conglomerado, pensando en el magno evento oficialista como en el escaso margen de acción del comité político (compuesto por los ministros del Interior, Segegob y Segpres) frente a los partidos).
La primera tarea fue convencer a la derecha, lo que se logró tras una reunión entre los ministros Eyzaguirre y Díaz con los presidentes de las bancadas de la UDI y RN; tras cartón se reunieron con los presidentes de todos los comités parlamentarios para acordar que la votación se concretará hoy.
Pero no sería gratis. Esta mañana en las dependencias de la Presidencia de la Cámara de Diputados se firmará un protocolo que donde se certifica que las horas no lectivas estén en proporción de 60/40, y en el compromiso de recursos indexados a los indicadores de la marcha de la economía, aunque siempre dentro del presupuesto de educación, ambos puntos presentados por los diputados de derecha en la votación de ayer, lo que son considerados gestos de “agradecimiento” de La Moneda a la oposición por su disponibilidad.
Por otro lado, el ministro Eyzaguirre comenzó a hacer su trabajo, acompañado del vocero Marcelo Díaz, para asegurar los votos de los diputados oficialistas, chequeo que no se realizó en antes de la votación del día de ayer, a pesar de los riesgos que corrían.
Con esto el ambiente en la Nueva Mayoría quedó tenso. Las criticas a la gestión del comité político no se hizo esperar, como también a la incipiente aparición de nuevos parlamentarios “díscolos” pensando en los proyectos que quedan en materia de Educación y, principalmente, en la Reforma Laboral. Todos estos ingredientes entrelazarán en el próximo encuentro masivo del oficialismo donde se entregarán los lineamientos del “realismo sin renuncia” y buscará cuadrar a los partidos tras el gobierno y la presidenta Bachelet.