Siguen llegando a nuestra redacción declaraciones de diversas orgánicas políticas de la heterogénea izquierda criolla, con sus respectivas reflexiones, análisis y críticas en torno a los fenómenos que ha provocado el reciente sismo y tsunami en el centro de Chile. A continuación, los comunicados del Movimiento Patriótico Manuel Rodríguez (MPMR), Colectivos de Trabajadores (CCTT), de la Izquierda Cristiana, del Partido Comunista.
PC exige fiscalizar a constructoras, investigar la alerta ante el tsunami y otras medidas urgentes
Santiago 3 marzo 2010.- «No hemos aprendido mucho de nuestra vasta experiencia en materia de sismos a lo largo de la historia», indicó el presidente del Partido Comunista y diputado electo por el distrito 28, Guillermo Teillier, al analizar la situación provocada por el terremoto.
El dirigente estuvo acompañado en la conferencia de prensa de la concejala por Santiago, Claudia Pascual, y del secretario general del PC y diputado electo en el distrito 5, Lautaro Carmona.
Teillier lamentó primero la pérdida de numerosas vidas humanas, así como los graves daños materiales en viviendas, carreteras y comunicaciones y la demora en hacer llegar ayuda a los sectores más amagados. Asimismo, destacó la organización desde la base de las organizaciones sociales para enfrentar la emergencia.
El dirigente denunció la falta de un eficaz sistema de comunicaciones en el país, «que quedó incomunicado durante horas y días, sin saber qué había ocurrido en varios sectores». «Con 6 millones de celulares, los chilenos no pudieron mantenerse conectados y hay que establecer por qué las empresas privadas de este rubro no pueden asegurar la mantención de un servicio tan esencial. También hay que revisar los permisos de construcción en las zonas costeras, porque tenemos suficiente experiencia de los resultados al respecto con la ocurrencia de maremotos», agregó.
En su calidad de futuros parlamentarios, los comunistas adelantaron solicitar una investigación para establecer responsabilidad en materia de autorizaciones para la construcción de viviendas, pidiendo incluso al Fiscal Nacional aplicar la ley y establecer responsabilidades, así como revisar las actuales normas fiscalizando las actividades de las empresas constructoras e inmobiliarias.
SAQUEOS y FFAA
Teillier afirmó que, «en un primer momento se pudo entender que algunas personas sin alimentos y elementos básicos para sobrevivir, sacaran leche, pañales, harina y otros artículos desde bodegas o supermercados, pero a estas alturas no puede ponerse el acento de los saqueos, creando un clima de psicosis de pillaje por culpa de algunos delincuentes. La mayor parte de la gente espera la ayuda organizadamente», aseguró. Al respecto, rechazó las declaraciones de la alcaldesa de Concepción Jacqueline van Rysselbergue «amenazando con enfrentamientos entre pobladores para justificar una intervención militar».
Respecto a la presencia de las fuerzas armadas, el dirigente comunista expresó que consideraba «necesario que los uniformados participaran desde un principio en las labores de rescate y protección de la ciudadanía, con mesura y comprensión, en medio de la tragedia. No nos parece que haya que esperar una orden superior para refaccionar puentes, carreteras o instalando mekanos sólo cuando el poder civil se lo ordene», aclaró.
En materia del error de comunicación de la alerta de tsunami, el dirigente comunista manifestó la necesidad de investigar a fondo y establecer responsabilidades, sancionando a los mandos respectivos que no actuaron como debieron.
Lautaro Carmona anunció que desde la comuna de Diego de Almagro se prepara una caravana con ayuda para la zona de Penco y Tomé, mientras Teillier aseguró que la ayuda se están concentrando a través del Confech, en la sede de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile, en la capital. Asimismo, anunció que desde la comuna Pedro Aguirre Cerda se acudirá en ayuda de las localidades de Lebu y Constitución con alimentos, ropa y productos no perecibles.
FRENTE AL TERREMOTO: A ORGANIZAR EL PODER DE LA SOLIDARIDAD
1. Estamos consternados. La madrugada del sábado 27 de febrero se produjo un terremoto en Chile, cuya magnitud fue de un 8.8 conforme a la escala Richter. El movimiento telúrico fue uno de los más grandes en la historia del país y el quinto en la historia mundial, desde la existencia de registros.
La suma de las personas fallecidas ha llegado a 802 y es probable que aumente. No existe un cálculo real de la cantidad de desaparecidos, particularmente en las zonas costeras de las Regiones del Maule y Biobío. Los damnificados llegarían a más de dos millones, con más de 500 mil viviendas dañadas.
Desde el dolor, la Izquierda Cristiana expresa todo su solidaridad y su apoyo a aquellos que han sufrido las consecuencias de esta catástrofe natural. Uno de los principios éticos esenciales de nuestra organización es la solidaridad. También el amor a la vida. Por ello luchamos cotidianamente por cambiar la vida de las chilenas y chilenos.
En estas circunstancias trágicas, expresamos nuestra decisión de ser un aporte en la reconstrucción de las vidas de miles de compatriotas.
2. No tenemos dudas de que hoy lo más urgente, lo que se necesita, son acciones e iniciativas concretas de solidaridad, por pequeñas que sean, con las personas, las familias y las comunidades más afectadas por el terremoto. Sin embargo, no es posible dejar de consignar que este hecho ha develado, en forma brutal, las profundas limitaciones e inequidades del modelo neoliberal impuesto en el país.
De hecho, los catastróficos efectos del movimiento sísmico se han profundizado en forma grave a raíz, precisamente, de la existencia de un tipo de sociedad que coloca en el centro de sus prioridades el interés privado por sobre el interés público, el individualismo y la competencia por encima de la cooperación y el valor de la solidaridad, el afán de lucro más que la disposición para el servicio, la propiedad como valor más relevante que la vida. Una sociedad que, además, ha encubierto la profunda desigualdad social sobre la que construyó su (supuesto) crecimiento económico.
3. En ese sentido, estamos indignados. Ha quedado al descubierto, por ejemplo, la gravísima práctica de las inmobiliarias, amparadas por la institucionalidad pública, que construyeron conjuntos habitacionales que hoy se encuentran con enormes problemas estructurales, no pocos a punto de derrumbarse y otros que ya se han venido abajo, como el emblemático caso del Edificio “Condominio Alto Río” en Concepción. Se ha atentado en contra de la vida y seguridad de las personas, levantando proyectos habitacionales que transgredieron la normativa de cálculo sísmico, abaratando los costos de producción sin límites éticos, y/o incurriendo en una negligencia criminal en su edificación.
Asimismo, las autopistas transferidas al sector privado, las que se presentaron como ejemplos de la inversión público-privada, no resistieron el terremoto y quedaron destruidas. A pesar de los millonarios subsidios estatales y de los cobros diarios a sus usuarios, se derrumbaron pasos sobre nivel, terraplenes, pasarelas peatonales y puentes, matando e hiriendo a innumerables personas, cortando el territorio nacional e interrumpiendo su conectividad a través de vías terrestres, y dejando a miles de familias aisladas en estas críticas circunstancias. No ocurrió así, sin embargo, con viejas carreteras y puentes, construidas en el pasado por el Estado.
¿Dónde queda el alegato neoliberal de la mayor eficiencia del sector privado en su capacidad de emprendimiento para resolver necesidades de la población?
4. Resulta evidente que las instituciones del Estado han funcionado con lentitud o han funcionado mal. El Servicio Hidrográfico y Oceanográfico de la Armada (SHOA) y la Oficina Nacional de Emergencia (ONEMI), tendrán que explicar al país la evidente negligencia criminal frente a la alerta de maremoto, que dejó indefensas a las poblaciones costeras e insulares del país, las que fueron las más golpeadas en términos de la cantidad de fallecidos, heridos, desaparecidos y damnificados.
No es posible que la autoridad pública tuviera una demora de casi 24 horas en reconocer el maremoto acontecido en las costas de Constitución, Iloca, Pelluhue, Curanipe, Talcahuano, Concepción, Contulmo, Juan Fernández y otras localidades, contribuyendo a retardar el envío de auxilio.
La lentitud en la respuesta y la falta de coordinación entre el gobierno central y las diversas instituciones del Estado, provocaron que enormes zonas del país quedaran completamente aisladas, sin agua, sin electricidad, sin alimentos, sin elementos de abrigo y sin combustibles. A pesar de contar con todos los recursos financieros, materiales, humanos y legales, la ayuda no llegó en los tiempos que imponía la situación de emergencia. No se puede entender que recién el cuarto día de catástrofe llegara la ayuda a las localidades más afectadas.
5. No hay duda que este cuadro contribuyó al caos que se desencadenó en parte de las zonas más afectadas, pues la población, desesperada, comenzó a saquear los negocios y se generó un escenario favorable para las acciones de bandas de delincuentes con la pretensión de lucrar en forma descarada con la situación de de la comunidad. No fue la inicial ausencia de presencia militar de carácter represivo la que causó este hecho, como ha señalado en forma irresponsable la derecha: la razón principal radica en que la ayuda del Estado no llegó en forma oportuna o lo hizo en forma insuficiente para cubrir las necesidades de servicios básicos, conectividad y alimentación.
Provoca también irritación que los amplios recursos logísticos de las Fuerzas Armadas, que inicialmente no estuvieron disponibles para atender las víctimas del terremoto, fueron liberados sólo frente a la multiplicación de los saqueos y la necesidad de proteger el “orden público” en la ciudad de Concepción.
Del mismo modo, indigna que en la agenda pública se asigne a estos hechos una cobertura desproporcionada, muy superior a la otorgada a las necesidades de las personas damnificadas. Pensamos que los medios de comunicación, en cumplimiento de sus deberes éticos, no debieran contribuir a hacer aún más cruenta la tragedia.
Lo más importante es que estos hechos han develado, tras la catástrofe natural, la existencia de la crisis social en que se encuentran millones de familias, y que el discurso dominante ha invisibilizado por décadas. La derecha sólo intenta esconder este hecho que está en la raíz de las graves consecuencias sociales que el terremoto trajo aparejadas.
6. Frente a estos hechos, consideramos imprescindible poner en movimiento a las organizaciones sociales, a las juntas de vecinos, los comités de vivienda y sin casa, los sindicatos, las federaciones de estudiantes y los centros de alumnos, los colectivos culturales, las organizaciones ambientalistas, y generar un amplio y diverso movimiento nacional y popular de solidaridad.
En las zonas afectadas, es necesario promover y desarrollar la autoorganización de la comunidad en la distribución de agua, alimentos, vestimenta y elementos de abrigo. Pensamos que es necesario exigir la participación de la comunidad en la gestión de los recursos estatales y de ayuda externa, de manera de que estos se focalicen en quienes los requieren efectivamente. La imaginación y capacidad solidaria de la comunidad ya ha comenzado a mostrar su fecundidad en estos lugares.
Tampoco puede aceptarse que la ley de la selva reine en las poblaciones que han sido golpeadas, que bandas organizadas se apropien de los escasos bienes de los que enfrentan el drama de sus casas dañadas o destruidas y que ahora están en las calles. El poder de la comunidad es clave en la producción de seguridad, en la organización de la remoción de escombros y en la limpieza del entorno, en el cuidado de los niños y los ancianos, en la protección de los espacios.
Llamamos a las organizaciones sociales y políticas, principalmente de las zonas afectadas, a la coordinación para la reconstrucción, elaborando diagnósticos de la situación, y luego organizando las demandas frente al Estado. Sólo desde la comunidad se construirán soluciones rápidas y reales, y se evitará la corrupción y el enriquecimiento ilegítimo a causa de catástrofes naturales y sociales.
Es hora también que desde el Estado no sólo se ocupe el 2% constitucional para desastres, sino que se reingresen a Chile los recursos que el Estado ha puesto en el extranjero, como los 40 mil millones de dólares por ingresos extraordinarios del cobre sólo el 2008, para ponerlos a disposición de la prioritaria tarea de resolver los efectos materiales y sociales del terremoto.
Convocamos a los militantes y adherentes de la Izquierda Cristiana, al conjunto de la izquierda chilena y a la comunidad popular de todo el territorio nacional, a colaborar organizadamente con la población más castigada por el terremoto. En todas partes debemos apoyar cada iniciativa comunitaria que vaya en beneficio de los más afectados. En todo el país debemos ponernos a disposición de todas y todos nuestros compatriotas que han vivido y sufrido los efectos del terremoto. Es la hora de poner en pie el poder de la solidaridad.
Comisión Política Izquierda Cristiana
RED COMUNICACIONAL CORREO DE LOS TRABAJADORES
Compañeras/os:
En primer lugar deseamos que todas/os estén sin dificultades y con el espíritu el alto; en segundo lugar llamarlos a adherir a la campaña solidaria convocada por un grupo de Organizaciones político-sociales de Santiago (ver nota).
En lo inmediato, nosotros como red comunicacional, estamos denunciando las negligencias de la Armada, de las concesionarias de carreteras, de las constructoras, la ostensible inoperancia del gobierno, el llamado a las FFAA, etc… que muestran una cara oculta del modelito chileno…
Por otra parte, hacer notar que la falta de pueblo organizado, activo, capaz de solidarizar sobre la base de la comunidad y organización popular es un déficit notorio y permite el llamado a las FFAA y la justificación de la represión… ¿Dónde están los partidos populares, la CUT, las organizaciones sociales, tomando en sus manos la ayuda…?
También debemos estar alerta a lo que se viene… Piñera ya le puso un nombre: «Reconstruir Chile», que de seguro se tratará de un nuevo negocio estilo reconstrucción de Irak más mayor control social y represión…
Como se habrá constatado, en la página web ya hemos puesto algunos artículos en esta dirección…
Si ustedes tienen noticias alternativas sobre la represión desatada en Concepción, Chillán y Talcahuano, o de cadenas de ayuda popular que se estén organizando o simplemente para denunciar la criminalización de la desesperación de la gente, envíenlas a [email protected] Esta dirección electrónica está protegida contra spam bots. Necesita activar JavaScript para visualizarla para ser publicada… Debemos hacer frente al rol irresponsable de los medios, especialmente de la TV, que se dedicó toda la tarde de ayer a criminalizar la desesperación y extender el pánico al calificar todas las acciones como robo y desbordes del lumpen….
En este sentido nos ponemos a vuestra disposición para apoyar comunicacionalmente; y por supuesto apoyar la organización de una fuerza para ayudar a los afectados.
Sólo el pueblo ayuda al pueblo.
Un abrazo a todos y quedamos en contacto.
Editor
www.cctt.cl
“SITUACIÓN DE CATÁSTROFE POR EL TERREMOTO Y LA NEGLIGENCIA DE LA AUTORIDAD EN CHILE»
Compatriotas, el Movimiento Patriótico Manuel Rodríguez, expresa su más profunda solidaridad con todos los que están sufriendo en este momento difícil de la Patria, somos parte de los afectados, muchos de nosotros tenemos familiares muertos o desaparecidos, se nos cayeron las casas y hemos estado o estamos sin luz, agua, comida. No somos de otro lugar, ni tenemos acumulaciones de bienes, ni helicópteros personales, ni médicos propios, somos parte de los más sencillos y humildes y nos duele como el que “más” lo que está pasando.
Pero también, venimos a denunciar la evidente negligencia del mal gobierno y de las Fuerzas Armadas, ante una nueva desgracia en nuestra patria y también venimos a proponer lo siguiente:
1.- Denunciamos la opción por los ricos del gobierno.
El mal gobierno privilegia proteger la propiedad privada de los grandes consorcios, como las grandes tiendas y supermercados, en vez de la vida de cientos de miles de chilenos y chilenas. Primero se protegió a los ricos y luego, con días de atraso se llegó a zonas literalmente abandonadas, azotadas por las “marejadas”, como llamó en primera instancia la autoridad al maremoto. Es decir para la autoridad es mucho más importante cuidar un supermercado que asistir al desvalido que clama por ayuda en las costas, islas y campos de nuestro Chile.
2.- Denunciamos la soberbia frente a la ayuda internacional.
El mal gobierno intentó de manera inexplicable cuidar una imagen internacional de país desarrollado y diferente en el continente, llenos de una soberbia increíble, rechazó la ayuda internacional por dos días, ayuda que podría haber salvado la vida de muchos chilenos, si se hubiera usado oportunamente. Según la prensa en Santiago, “la decisión de Chile descolocó a varios países, como Francia, EE.UU e Israel” que el propio día sábado y domingo ofrecieron médicos, rescatistas, perros amaestrados. El embajador de Chile en Washington, José Goñi, dijo “Chile es más como Japón que como Haití para enfrentar las catástrofes naturales” [1], para justificar la decisión tomada. Heraldo Muñoz, embajador ante la ONU, dijo que “por ahora no necesitaremos ayuda del exterior” y afirmó que Chile estaba preparado para los sismos [2]. La cruel realidad ha desmentido la arrogancia criminal de estas autoridades.
3.- Denunciamos la ineptitud e inoperancia de Bachelet como presidente.
Una reciente Editorial de The Washington Post, refiriéndose al terremoto en Chile, dice “primero Bachelet aseguró que Chile no necesitaría ayuda externa, mientras que ahora habla sobre una emergencia sin paralelo en la historia del país”. El principal mando político militar de la patria, no tuvo la capacidad de hacerse un cuadro de la situación, realizó una mala apreciación y no tomó las decisiones adecuadas en el momento de crisis. Se podrá argumentar que no fue bien asesorada, pero en lo concreto, bajo su mando directo, la ONEMI, bajó la alerta de Tsunami lo que costó la vida a muchos compatriotas.
El ex director de la Onemi, Alberto Maturana, académico y hombre de la Concertación, criticó la manera en que reaccionaron los diferentes estamentos nacionales tras el terremoto. En conversación con canal 13 sostuvo que él hubiese dado de inmediato la alerta de tsunami tras un sismo de sobre ocho grados en la escala de Richter.
Es decir, el mando del país, la presidenta Bachelet junto con el aparato estatal y militar, tomó una decisión equivocada de bajar una alerta de Tsunami, que costó vidas humanas y tomó la decisión política de rechazar en momentos preciosos ayuda internacional, que también costo vidas humanas. Esto en “Chile y en Burundi”, se llama negligencia y por tanto amerita a lo menos su retiro como líder político. Simplemente “no dio el ancho”.
Este sentimiento de indignación que sentimos lo queremos reflejar en una opinión de un sector muy distante al nuestro, expresado en la editorial del diario Estrategia: “Ciertamente, las pérdidas de vidas y de infraestructura pública y privada son inevitables en una catástrofe de estas proporciones. Pero, ¿Cuánto pudo haberse reducido la desgracia humana si las autoridades a cargo hubiesen reaccionado de manera adecuada y oportuna?. No habrá respuesta. Sin embargo, la negligencia en la toma de decisiones, debe tener responsables” [3].
4.- Denunciamos el fracaso del sistema de comunicaciones del país.
Se supone que se invierten millones de dólares en las Fuerzas Armadas para tener sistemas de comunicaciones alternativos al mercado, los cuales debieron estar dispuestos para situaciones de desastre. Como dijo la vocero del gobierno Pilar Armanet “Todos hemos confiado en un sistema de comunicación que colapsó. Esa es la realidad” [4]. Es esclarecedora la opinión de un parlamentario de la nefasta UDI, Hernán Larraín, cuando dice “es inexplicable que ninguna fuerza policial, ni institución de la FF.AA., tenga sistemas de comunicación. Si aquí sucedía una guerra realmente el resultado hubiera sido desastroso” [5]. ¿Quién responde por esta negligencia?. ¿Pedirán los parlamentarios de la Alianza por Chile y los críticos de la Concertación y el Juntos Podemos, la remoción de los comandantes en jefe, ante tan evidente falla?, ¿Tendrán los pantalones y faldas para hacerlo?… ¿o luego vendrá la consabida bajada de perfil?
Los sectores sociales deben levantar la voz y exigir castigo a aquellos, a los cuales se les paga y se les entrega una enorme cantidad de recursos, justamente para asegurar estos temas, no solo por la evidente ineficacia, sino también como un reparo a todos los que murieron y que se podrían haber salvado con autoridades más capaces.
Es triste ver que un país “soberano” como Chile, tenga que recibir de manos del imperio, de Hillary Clinton, unos teléfonos satelitales, para que nos podamos comunicar en los momentos críticos. Sentimos pena y rabia, lo mismo que sentirían Bernardo O’Higgins y Arturo Prat al ver a nuestras FF.AA. en esta situación.
5.- Denunciamos la militarización del conflicto
Algo cambió en el país en estos días, ha quedado en evidencia que el actual Estado no fue capaz de asumir la protección de los ciudadanos y el pueblo. Por orden de los intereses económicos, se intenta restablecer el orden a punta de bayonetas, es necesario y urgente para ellos el disciplinamiento para que el mercado vuelva a funcionar. El chileno es útil sí y solo sí, es capaz de consumir dentro de las reglas mercantiles, de lo contrario es un enemigo.
La alcaldesa de Concepción (UDI), Jacqueline Van Rysselberghe, solicita a los militares y mano dura para el orden, el alcalde de Hualpen, Marcelo Rivera, llorando, mientras una poblada entra al municipio, pide por radio que envíen tropas para matar a los “delincuentes” [6]. El enviado del Gobierno, el Sr. Rosende, pide estado de sitio.
Mientras unos saquean los negocios para obtener alimentos y se los llevan todo, otros saquean los negocios del barrio alto, pero con plata, y se lo llevan igualmente todo. Es evidente que las Fuerzas Armadas están para reprimir, independientemente en la situación que sea, porque el llamamiento inicial de las autoridades es para perseguir a los «malos», lo que demuestra que son las fuerzas de los ricos para proteger sus intereses, y no para ayudar a socorrer, ir a los lugares más alejados, que debió ser la prioridad uno.
No es aceptable el pánico, azuzado por los personeros de la “Alianza por Chile”, partiendo por Sebastian Piñera, parlamentarios y alcaldes, generando la sensación de una guerra civil entre pobladores decentes -“la buena gente”- y los pobladores delincuentes, no realizando ninguna distinción. Al final el causante del desorden, fueron las negligencias de las autoridades y lamentablemente es el propio sistema que ha generado niveles de delincuencia, con o sin terremoto.
La sabiduría popular supera cualquier normativa, pues en las poblaciones se organizaron, se defendieron. Lo cuerdo son soluciones sociales concretas y no mas negligencia de las autoridades a todo nivel; que llegue la ayuda, que haya luz, agua, comunicaciones, ropa, alimentación, techo, esto hubiera sido la acción humana y justa, que seguramente hubiera cambiado el cuadro. El problema en su centro es que el Estado no sirvió y no brindó lo que el común de la gente esperaba de él, esto por la mala gestión de las autoridades en todos sus niveles.
6.- Denunciamos el fracaso del sector privado.
El sector privado no puede, ni debe estar a cargo de los elementos estratégicos para el país, como son las comunicaciones, la energía, el agua y otros, como ahora se demostró, esto es un asunto de seguridad nacional. El fracaso de todas las líneas telefónicas, el fracaso del sistema privado de comunicación contratado por Carabineros a la empresa Interexport, el fracaso por no tener una infraestructura adecuada para nuestro país, etc. El Estado tiene que tener nuevamente un papel protagónico en estos y otros rubros. Lo demás no es ser soberano y es poco seguro. Toman fuerza las ideas del General Carlos Prats, militar honesto y digno, quien en su doctrina propusiera la SOBERANIA ECONOMICA.
En el mundo privado reina el interés particular de los empresarios, el interés de lucro, como ha quedado también demostrado con los “chanchullos” de las constructoras, que por ahorrase algunos pesos y elevar sus ganancias, han construido decenas de edificios pésimos, que se derrumbaron o están por derrumbarse, con el costo en vidas y económicos para el país. No hay ley adecuada de control de calidad, no existe voluntad de control, todo es un lucro criminal.
7.- Los Rodriguistas exigimos que el pueblo:
Conozca la verdad de lo ocurrido, y los responsables de todas las negligencias.
Conozca cuántas vidas pudieron salvarse si se hubiera actuado bien.
Conozca cuántos son los muertos y los desaparecidos reales.
Conozca las responsabilidades del sector privado en la catástrofe, con nombre y apellido.
Conozca y participe en los futuros planes para evitar que esta situación de negligencias criminales vuelva a ocurrir.
8.- Los rodriguistas proponemos:
Que las organizaciones sociales, de trabajadores, estudiantes y pobladores, asuman un papel protagónico, en las soluciones sociales.
La autogestión y control en muchos temas aparece como la solución más razonable y segura para la comunidad. Son los pobladores, los trabajadores, quienes deben canalizar y controlar la ayuda solidaria que la comunidad internacional y el conjunto del pueblo de Chile brindará.
Que se consolide el nivel de organización y control poblacional, alcanzado en los barrios populares, donde se desarrollen las soluciones colectivas, como comedores populares, niveles de defensa, trabajos comunitarios, salud barrial y otras iniciativas que impliquen la acción colectiva solidaria y no individual consumista.
Que los trabajadores, asuman al menos el control productivo de las empresas que no funcionan o estarán en reconstrucción. Que el Estado apoye estas iniciativas económicas. Formar cooperativas de auto-construcción, que además sirvan como generación de empleos y control directo de la calidad de las construcciones.
Que el pueblo exija juicio y castigo a todos los responsables, empezando por la Presidenta Bachelet, los altos mandos de la Fuerzas Armadas, las empresas de telecomunicaciones, de construcción y todos aquellos que son culpables de la muerte de muchos chilenos.
Finalmente los Rodriguistas creemos que hoy mas que nunca se necesita del protagonismo y organización popular, para enfrentar esta desgracia. Se necesita que la izquierda se coordine y levante organización, denuncias y propuestas. Humildemente nos ponemos en esa tarea.
Saludamos la solidaridad internacional, especialmente del pueblo Boliviano, Cubano, Venezolano, que junto a otros pueblos han traído médicos, medicinas, agua y tecnología adecuada para el pueblo chileno.
Saludamos los movimientos solidarios, de carácter autónomo, no asistencialista, no institucionalizado, que se están generando bajo la idea del colectivismo y la solidaridad de pueblo a pueblo.
“Como siempre en la desgracia, ahora más que nunca, es hora que el poder popular se exprese.”
¡¡AÚN TENEMOS PATRIA CIUDADANOS¡¡
Dirección Nacional
Movimiento Patriótico Manuel Rodríguez.
SANTIAGO, Martes 3 de Marzo 2010.
NOTAS:
[1] La Tercera, pagina 26, 3 de Marzo 2010.
[2] La Tercera, 3 de Marzo 2010.
[3] Editorial, Estrategia 02/02/10
[4] El Mercurio, cuerpo C, Pagina 21, 02/03/10
[5] La Tercera, pagina 16, 03/03/10.
[6] La Tercera, pagina 9, 02/03/10
El Ciudadano