Un terremoto y una banda de ineptos

Hemos crecido escuchando puras cosas lindas de Chile, por ejemplo que nuestra Canción Nacional es la segunda después de la Marsellesa que salió primera, aunque nunca nos han contado dónde fue el concurso y cuándo se realizó


Autor: Wari

Hemos crecido escuchando puras cosas lindas de Chile, por ejemplo que nuestra Canción Nacional es la segunda después de la Marsellesa que salió primera, aunque nunca nos han contado dónde fue el concurso y cuándo se realizó. También forma parte del orgullo patrio decir que nuestra bandera, es la más linda de todas las banderas del mundo, no sabemos cuál fue la segunda ni tampoco conocemos el lugar de evento. Pero debemos desconfiar que todo esto sea cierto, dado que al parecer luego de la victoria de nuestro emblema nacional, han aparecido nuevos países y también justos merecedores también de un lugar privilegiado, porque hay otras banderas también muy llamativas por otros lados del planeta.

En todas las escuelas durante decenios, de manera sistemática los alumnos aprenden poesía dedicada a la bandera y de memoria se recitan con las palmas de las manos pegadas a los muslos y en posición de… firmes.

Orgullo patrio. Ejemplo. Jaguares. País desarrollado en el 2010. Los mejores terceros del mundo en 1962. Centinela de occidente… puras patrañas.

Un terremoto y deja en la vereda a millones de ciudadanos mirándose las manos, esperando escuchar a las autoridades sobre lo que hay que hacer. Las autoridades llegan tarde, confusas, perdidas, sin saber que hacer, a quién mandar, y se suben a un helicóptero; esto mismo se lo hemos visto a muchos presidentes, es muy extraño, al parecer la pobreza y las fallas del sistema desde las alturas mejoran las perspectivas, o el pasto se ve mejor cortado. Posiblemente no escuchan ningún grito, y si no hay reclamos deben decirse a si mismos… lo estamos haciendo muy bien.

Una autoridad regional (PS) sin comunicación durante DOS días con Santiago, donde está la Presidenta y los Ministros. Otra autoridad local que pide que “maten por favor, mátenlos a todos”, refiriéndose a los rateros y asaltantes de casas y supermercados.

Y las otras autoridades en la capital conferenciando que todo está funcionando, y mientras sus rostros aparecen en la televisión muy serios, dicen que se han tomado las medidas, que Chile está preparado, que es un país que juega en las grandes ligas, que no se necesita ayuda, que Chile se las puede… mentira, puras mentiras.

Y ya los muertos se cuentan por cientos…

Y la catástrofe deja que el mundo vea a Chile tal como es de verdad, como el país que verdaderamente es y al desnudo, país de América Latina, subdesarrollado, con miles de personas sin casa, pobres, poblaciones en extrema miseria, hospitales colapsados, calles sin pavimentar, algunas pocas pertenencias a la entrada de algo que pudo ser en algún momento una casa.

El modelo queda quieto, se le hace la foto y el mundo se asombra… Chile mal vestido… sin zapatos.

El mundo entonces se da cuenta de que Chile, al que se han mostrado y vendido como un ejemplo a seguir, es falsedad pura, pura tramoya de mala calidad, un circo pobre, humo… puro humo.

Una catástrofe y de golpe se comprende que todo es privado. Se corre el telón y nos damos cuenta de que el Estado no existe, que es un viejo elefante raquítico que sirve de aval para pagar deudas de los privados, pero que ya no es dueño de nada. No puede salir a responder por las necesidades como esperan millones de ciudadanos, y no puede dar respuesta, sencillamente porque no es dueño de nada, todo está en manos privadas, la luz, el agua, los caminos.

Y si en algún momento se quisiera privatizar el mar, ¿quién pagaría los daños de un nuevo maremoto?

Por Pablo Varas


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